Cuando un hijo se compromete con un deporte, los padres nos convertimos inmediatamente en un asistente a tiempo completo.
En medio de la felicidad que nos invade cuando tenemos a ese bebé que fue tan deseado y esperado, por momentos nos sentimos perdidas, incomprendidas.
Ese mismo sentimiento de que todo se puso de cabeza en la vida ocurre con la paternidad, aunque se viven de formas distintas porque ejercemos roles distintos.
¿Qué le dirías a todas aquellas mujeres que quieren o que van a ser mamás? Nuestra columnista nos brinda consejos vitales.
Empacar es una ventana que nos muestra que los objetos que guardamos son –en realidad– etapas, que significaron una sonrisa, lágrima, frustración o un grito.
Las madres arrancamos las vacaciones con una lista de tareas. Suena paradójico pero es real.
La maternidad te acomoda las prioridades y al mismo tiempo te hace descubrir un universo desconocido de cosas que antes simplemente estaban.
Sé que el amor por los hijos es ilimitado, pero la paciencia y el desgaste mental y emocional no son menores en momentos en los que queremos hacer todo.
"Creemos que algo no estamos haciendo bien y que no estamos dando lo mejor a nuestro hijo".
¿Tiene la edad en realidad una ventaja en el ejercicio de la maternidad?
No se trata de hacer todo (con aciertos y errores) y anticiparse a las necesidades de nuestros hijos, se trata de criar con un amor a prueba de todo.
Las madres mienten para dar tranquilidad a la familia, opina hoy nuestra columnista Katherine Villavicencio.
No se discute el amor a los hijos, pero sentirse agotada es normal y decirlo también debiera serlo.
La lactancia cuesta tanto porque sabemos que el bebé depende de nosotros para su supervivencia. Hoy si tuviera que volver a atrás sería más compasiva conmigo.
Las madres tenemos en la cabeza un motor que nunca para y nos mantiene haciendo 'checklist' de asuntos relacionados con la familia.
Mientras más me informaba, recordaba con insolencia las carcajadas de mi hermano cuando yo le hablaba de la crianza de su hijo.
Hay momentos en que la maternidad se siente como vivir en el castillo de Disney, y otros, como estar en uno de los bosques oscuros de sus cuentos.