Ella de 37 y él de 33, desde hace seis años tienen montado en Logroño, España, su restaurante Ikaro, una propuesta de cocina personal que refleja “nuestros orígenes y nuestras vivencias gastronómicas en todos y cada uno de nuestros platos”.

Carolina Sánchez está radicada al norte del país europeo, en la frontera con Francia. “A mí y a Iñaki nos gusta salir, viajar, visitar mercados. Una de las cosas que más disfrutamos es ir a Francia porque estamos a dos horas de la frontera”, le comenta la jueza de MasterChef Ecuador a Diario EL UNIVERSO.

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Con Iñaki Murúa llevan casados algo más de un año, pero están juntos desde hace diez. “El amor entra por el estómago” sería un dicho que aplique para estos dos expertos en la gastronomía, sino fuera porque se cocinaron por primera vez ya en la etapa de noviazgo: “no probamos la sazón del otro hasta conocernos un poco más, obviamente nos enamoramos más cuando degustamos la cocina de cada uno”.

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La pareja se conoció estudiando máster de cocina. “La primera vez que lo vi en clases me llamó mucho la atención porque era una persona que contagiaba alegría y me inspiró confianza, aparte de parecerme muy atractivo”, confiesa la chef.

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Su vida en Ecuador

Ahora tienen este proyecto culinario que además de estar de forma permanente en España, también se suele trasladar a Ecuador, en una especie de pop up que montan por unos tres meses. Hasta el 4 de marzo están en Quito, en el barrio La Floresta: “es temporal, lo hemos montado por dos meses nada más. Traemos la idea del restaurante, nuestro concepto, incluso hemos traído a todo nuestro equipo de España y la idea es que al finalizar regresemos allá”.

Mientras el local de Quito permanece abierto, el de España cierra. La chef explica que esto se debe a la baja temporada que existe en Logroño por el invierno: “muchos restaurantes suelen cerrar y aprovechar para dar vacaciones a sus empleados y así. Unos cierran semanas, otros dos meses, y hasta seis meses, pero en este caso nosotros queríamos aprovechar este cierre para venir aquí y traer el restaurante”.

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Aunque les gustaría tener un restaurante definitivo en alguna ciudad ecuatoriana, Caro e Iñaki comentan que “finalmente es un concepto que requiere que nosotros estemos aquí. Al final tendríamos que dejar a nuestro equipo aquí para que funcione esto” y no tienen planeado hacer eso, por el momento.

En Quito ya se han instalado en ediciones previas, escogen la capital porque es más céntrico. “El anterior año lo hicimos en el mismo local donde estamos y nos fue bien, es uno que está totalmente adecuado con lo nuestro, realmente fue por comodidad”, expresa. “Me hubiera encantado hacerlo en Cuenca y espero poder hacerlo en algún momento”, agrega la morlaca de nacimiento.

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Guayaquil también entra en sus consideraciones: “Allá hemos hecho uno que otro evento solamente por un día o dos días y nos ha ido superbién. La gente nos quiere mucho y también hemos recibido en el Ikaro de Quito a algunos (guayacos)”.

Su vida en Colombia

Además de este paréntesis que para ella es una especie de mudanza momentánea, la ganadora de estrella Michelin también vive en Colombia una parte del año. “Cuando me voy a grabar MasterChef Ecuador (reality filmado en Bogotá), mi esposo se queda en Ikaro España y me voy yo, pues el restaurante siempre está abierto”, manifiesta, agregando que el rodaje del programa dura dos meses y medio.

Para ellos la la parte más dura de separarse es que están acostumbrados a estar todo el día juntos, a ser socios y esposos: “pasamos de eso a no vernos nada. El segundo día mío en Colombia ya nos extrañamos y decimos ‘no sé cómo vamos a hacer esto’”.

Iñaki intenta irla a visitarla aunque sean pocos días, “el año pasado fueron cinco días” dice, triste pero alegre porque es una manera de acortar la distancia. Durante su estadía allá, la chef también aprovecha para dejar listos asuntos relacionados con su profesión, que se le cruzan y por lo cual a veces debe permanecer allá hasta tres meses.

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Su vida en España

“Yo tengo un amigo que me decía ‘tú seguro que cuando te vayas a España te vas a enamorar de un Iñaki o de un Iker’, entonces él predijo el futuro”, cuenta la chef Caro entre risas. Para ella es una “suerte” poder llevar el negocio y la relación bien.

La dinámica de trabajar y convivir, según Carito tiene su lado bueno y malo. “Antes de Ikaro, ya habíamos trabajado en otro restaurante juntos para probar cómo nos iba. Pero nosotros sabemos manejar las cosas y nos complementamos bastante bien, el 95 % de las veces estamos en buen plan y nos llevamos bien. Sí hay una que otra cosa que hace que nos pongamos en desacuerdo, pero siempre intentamos nosotros llegar a un consenso y llevar las cosas de la mejor manera”, manifiesta.

“Estamos todo el día juntos, incluso en nuestros días libres queremos estar juntos, queremos hacer cosas juntos, planes juntos, siempre intentando desconectar un poco del trabajo también porque no queremos llevar el trabajo a casa” dice.

Una de las actividades que más hacen fuera de las cocinas es comer: “somos unos gordos que nos fascina comer. Comemos de todo, sí hay veces que nos da ganas de comida rápida como hamburguesa, sobre todo los domingos que es cuando comienzan nuestros días libres porque nosotros trabajamos de miércoles a domingo”, indica, pero en el día a día sí les gusta visitar más restaurantes de alta cocina, y también los llamados tradicionales.

Cuando no salen, y no están cocinando dentro del restaurante, cocinar en casa es una manera de darse un homenaje. “A él le encanta que le haga comida ecuatoriana como empanadas de verde, siempre me pide que le haga fritada con mote sucio y llapingachos. Cosas que a mí me gustan que él haga y que hacemos también juntos son arroces tipo paella y muchos mariscos. Somos muy de productos del mar, sino aves, que se consiguen muy fácil en Francia como los pichones o productos de temporada como la alcachofa”, confiesa.

Amamos los quesos, compramos variedad de quesos y hacemos piqueos con jamones. En Francia hay maravillas.

Carolina Sánchez

La pareja no se complica cuando se trata de compartir platos. “En días laborales soy más de cuidarme con la comida, ceno ensalada y él se hace sus huevos fritos con chorizo. Siempre termino probando de él porque me gusta, él nunca me quita mi ensalada jajaja no le interesa” dice Caro.

En MasterChef no se la ve comiendo mucha ensalada, sino parecería que es una persona de postres y sí, a ella le encantan: “Soy muy dulcera e Iñaki también es muy goloso. Cuando vamos a restaurantes y estamos muy llenos yo siempre digo ‘pero postre hay que pedir’ nunca puede faltar. En casa le suelo hacer muchas galletas y a él le encanta eso”.

Los esposos revelan que si bien quieren avanzar con sus negocios gastronómicos, su próximo proyecto sería uno más personal: “tener hijos es algo que está en nuestros planes y yo creo que más pronto que tarde” sugiere la ecuatoriana. (E)