Un arquitecto frustrado, un mochilero de corazón y… ministro de Turismo del Ecuador. A sus 35 años es difícil encasillar al guayaquileño Niels Olsen, quien además es un esposo enamorado y padre cariñoso de hijos humanos y caninos (llegó incluso a pausar brevemente la conversación para atender una llamada importante sobre sus pequeños). Con la hospitalidad que lo caracteriza, nos recibió en la hacienda La Danesa (vía Naranjito), propiedad de su familia y también un espacio de hospedaje de viajeros de todas partes del mundo y, por supuesto, también nacionales.

Para Niels fue como abrir las puertas de su casa a un nuevo grupo de amigos, porque ese es su espíritu.

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Sin un escritorio entre nosotros y casi como una conversación entre amigos, Niels confesó sentirse muy bien de vuelta en Guayaquil por nuestra cita, pues desde que recibió la invitación del presidente Guillermo Lasso para sumarse a su gabinete como ministro sus días transcurren -en su mayoría- en la capital.

Como actor de la industria turística nacional, Niels había cobrado notoriedad en el sector, especialmente en 2020, cuando el brote de COVID-19 afectó igual que a todos a La Danesa. Teniendo que despedir a sus huéspedes y cerrando las puertas de sus cabañas, Niels se convirtió en el ‘delivery boy’ que salía a entregar productos fabricados en el lugar (cuajada, tortillas de verde) a puntos cercanos para seguir generando ingresos.

Un video viral en que Niels pidió el apoyo de sus conocidos para comercializar esos productos durante la pandemia llamó la atención del mandatario, quien lo retuiteó y luego le propuso ser parte de su equipo. “Después le conté a mi esposa que había aceptado y casi me mata”, recuerda entre risas y espontaneidad.

Ser un motorizado es solo uno de los tantos empleos que ha tenido en su trayectoria (ha trabajado ordenando libros en una biblioteca y hasta ha sido ‘el chico de sistemas’) y, cuando su cargo público termine, no tardará en descubrir sus siguientes pasos. De aquel niño que creció en medio del campo y que se iba a la escuela del recinto rural en el camión que transportaba maracuyás, la emoción de verse rodeado de naturaleza sigue intacta. En esta entrevista hablamos con Niels, el eterno viajero, sobre sus múltiples facetas.

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No se veía ejerciendo un cargo político, ¿cómo lo vive ahora del otro lado?

Cuando acepté, hace dos años, pensé: voy a ser una persona completamente técnica, yo sé qué voy a hacer y vea el tema político con una connotación negativa. Eso ya no lo veo así. Creo que se necesita gente joven, preparada, honesta que incursione en la política para generar un cambio. Decir que uno no es político es falso, tienes una posición y hay que utilizar la plataforma para generar el cambio que has querido.

¿Habla algún dialecto de nuestras comunidades como el quechua?

No hablo ningún otro idioma que no sea el español e inglés, aunque me hubiera encantado aprenderlo. Lo que sí hemos hecho es trabajar con pequeñas comunidades en todos los eventos internacionales. Es una deuda pendiente para conmigo mismo, espero pronto aprender de los idiomas ancestrales.

Viajó por varios países y estudió en el extranjero, pero siempre tuvo claro que regresaría a Ecuador.

Crecí aquí hasta los 5 años y tengo los mejores recuerdos, siento que tuve una crianza privilegiada en ese sentido por estar rodeado del campo y de la naturaleza y es algo que hoy busco replicar con mis hijos (...) Y sí, estudié una maestría de turismo dos años en Australia, pero Ecuador siempre es Ecuador. Definitivamente es una montaña rusa y tenemos muchos problemas sociales, nadie lo puede dudar, pero también es nuestra responsabilidad enderezar el camino y aportar con nuestro granito de arena. Nunca dudé de que yo iba a regresar a vivir a Ecuador y que todo lo que aprendí viajando con otros mochileros lo iba a poder aplicar aquí.

¿Cuánto tiempo fue mochilero?

Una vez que eres mochilero, nunca se te va. Ahora es más difícil porque si tu esposa no es mochilera, no es fácil convencerla. Ahora tenemos dos mochilitas humanas y caninas. El viaje más largo que hice como mochilero fue cuando tenía 20 años y recorrí varios países de Europa Occidental y Marruecos, como parte de la ONG CouchSurfing, y fue por tres meses (...) Mochileando, te toca confiar sí o sí en la gente que vas conociendo y entonces esta idea preconcebida de que no se puede confiar en los extraños se va moldeando y la vida te demuestra lo contrario.

¿Y hoy sigue siendo viajero o ya es turista?

Siempre viajero, aunque la palabra turista puede tener una connotación un poco negativa porque se piensa que no son tan respetuosos del lugar que visitan, hoy sí hay también turistas conscientes. Es decir, al visitar un destino, tratas de comer en un lugar que no sea una cadena internacional, sino una cafetería local, eres respetuoso de la cultura.

Niels Olsen, actual ministro de Turismo de Ecuador, junto con su caballo Elegante. Foto: Francisco Verni P. Foto: El Universo

¿Y el ecuatoriano es más turista o viajero?

Creo que necesitamos educarnos más al momento de viajar, definitivamente, y esta no es la respuesta políticamente correcta, pero es la verdad. Incluso al viajar localmente no tenemos la costumbre lastimosamente de salir con los desechos que hemos generado. Aún responsabilizamos al otro o a la autoridad para que resuelva asuntos que nosotros como ciudadanos también tenemos responsabilidad moral para poder hacerlo.

Creció en el campo, ¿qué recuerdos guarda?

Nunca me perdí en el campo, pero sí tuve varios accidentes. Me caí de los caballos, me trepaba en los toros y me botaban, con el cuadrón me caía en las zanjas. Tuve la casa del árbol que todavía está aquí. Me llevaban a la escuela en moto o en el camión de maracuyá.

¿Niels sabe hacer tortilla de verde y cuajada?

Te voy a decir que sí he trabajado en la sala de ordeño, pero mi papá me va a dar un ‘cocacho’ y me dirá que nunca he trabajado ahí porque yo molestaba más que aportar. Hay cosas en las que soy bueno y otras cosas en las que no (risas), pero nadie me gana en la hospitalidad y en todo lo que está alrededor de esa industria. Desde cuidar los detalles, hacer sentir bien a las visitas, preparar los menús, las bebidas, las experiencias para los turistas, el desarrollar un producto turístico y que funcione, en eso nadie me gana.

Recomiéndenos 5 sitios en el país para ‘mochilear’.

El primer destino que se me vino a la cabeza fue Ayampe, espectacular para mochileros. Lo chévere del mochilero es que te quedas el tiempo que te da la gana. De ahí comunidades pequeñas como Aguarico, que está en la frontera con Perú, espectacular porque puedes quedarte con la comunidad viviendo en medio de la Amazonía; Angochagua en Imbabura.

De ahí ciudades más grandes como Cuenca y las típicas ciudades para mochileros, que la pasan cheverísimo, Baños y Montañita.

¿Qué platos de la cocina ecuatoriana deben probar los turistas extranjeros para conocer al país?

Tenemos una megadiversidad por provincia y región, pero si tienes que venir a Ecuador y probar debe el tigrillo, el corviche, el encebollado, hornado, cuy. Todo lo que conlleva la gastronomía manaba alrededor del horno de leña.

¿Qué platos típicos no faltan en su casa?

Yo como tigrillo, como bastante plátano, tigrillo con chicharrón, huevo frito, le reviento la yema, le pongo limón y sal prieta, cebiche de Jipijapa, pero generalmente me piden café, soy fanático de pasar un buen café, de Cariamanga (Loja).

¿En qué parte de su viaje de vida llegó Romina?

Ella siempre fue la mejor amiga de mi prima mayor y fue mi crush. Era imposible de conquistar porque yo era más pelado (...) y creo que al verla como inalcanzable pude conquistarla siendo yo mismo, bromeaba, no estaba nervioso.

¿Cuánto duró su noviazgo?

Cuatro años de ‘amarrados’ y el resto de casados. Tenemos 9 años juntos y comenzamos con dos perros y luego llegaron los niños, Oliver y Vittoria.

¿Qué disfruta más de ser papá?

Si puedo resumirlo, vivir a través de estas personitas como la primera vez que los subes a un caballo y ves sus reacciones o cuando se meten al río o a las cascadas. Enseñarles todas esas cosas por primera vez es uno de los sentimientos más ricos que uno tiene como papá.

¿Y lo más lindo de formar una familia con su ‘crush’?

Como todo matrimonio, es un ejercicio diario. Pero lo más lindo es que hemos crecido como personas, hemos madurado y nos hemos transformado en mejores personas juntos y este constante reto que nos damos el uno al otro para seguir mejorando es lo más hermoso de la relación (...) Siempre se dice que las relaciones son 50-50, pero no es verdad, a veces es 70-30 u 80-20 y no hablo de lo económico, hablo del tiempo y la dedicación por la familia y creo que estoy en deuda definitivamente con ellos porque en estos últimos dos años me han apoyado un montón y, de alguna manera, ya estoy listo para empezar a devolverles ese tiempo.

¿Y si lo invitan a continuar en el cargo?

Le prometí a mi familia que esto tenía un tiempo límite y lo he dado todo para que las cosas mejoren, hemos dado pasos importantes y quedan asuntos pendientes definitivamente; pero creo que mi proyecto ahora es mi familia y devolverles el tiempo es mi prioridad.

Es un hombre que cumple con sus promesas.

Sí, al cien por ciento.