La economía circular es un modelo económico que busca reducir la generación de residuos y el consumo de recursos naturales, al mismo tiempo que promueve la reutilización y el reciclaje de materiales.

En lugar del tradicional modelo lineal de “tomar, hacer, usar y desechar”, la economía circular propone un enfoque más sostenible en el que los productos y materiales se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible. Este modelo ofrece una solución transformadora para abordar los desafíos ambientales y económicos actuales, al mismo tiempo que crea oportunidades para nuevas formas de negocio y empleo.

A raiz del primer Seminario Internacional de Economía Circular llevado a cabo en junio de 2019, el Ecuador ha avanzado de manera importante en la propuesta de acciones que dirigen este concepto a la realidad y necesidades del país. Acciones concretas como la publicación del Libro Blanco de Economía Circular en el año 2021, la expedición de la Ley Orgánica de Economía Circular Inclusiva, la cual crea un esquema de gobernanza y expone las necesidades prioritarias para aplicar la economía circular en el sector productivo, los consumidores y los Gobiernos Autónomos Descentralizados.

De manera complementaria, en el año 2020 el INEN adoptó la norma de calidad para el desarrollo de proyectos de economía circular y la norma ISO para el ecodiseño de productos.

Actualmente, tres universidades del país ofrecen la especialización de profesionales mediante maestrías en economía circular. Se han desarrollado y se encuentran en ejecución, proyectos nacionales que buscan profundizar la información de base para el desarrollo de políticas de economía circular y la territorialización del concepto; sobre este punto, destaca el proyecto “Futuro Circular” implementado por Fundación ACRA y financiado por el Fondo Ítalo Ecuatoriano para el Desarrollo Sostenible.

En el país, muchas empresas destinan importantes recursos para su transformación interna hacia una gestión circular: Los principales esfuerzos tiene que ver con la utilización de energías limpias y la eficiencia energética, la gestión y el aprovechamiento de residuos en nuevos procesos productivos, y la protección y restauración de ecosistemas sensibles.