Somos una pareja aparentemente estable, tenemos 60 años de edad y 30 de matrimonio, hijos de 30, 28, 26 y 18 años de edad. Mi mujer maneja un carácter fuerte, hasta el punto de ser grosera con sus hijos, empleados y personas que dependen de ella. Luego de la menopausia está insoportable, se enoja y llora por cualquier cosa. Cuando se pone así, no me habla durante cuatro o cinco días. Esta situación me desespera. He pensado en dejar mi casa, pero mis hijos, a quienes amo tanto, me detienen. Estoy haciendo lo mismo: no hablarle. Yo amo a mi esposa y no quiero irme de mi hogar.