Una madre que siente celos de su hija por su apariencia, juventud, posesiones materiales, logros, educación e incluso de su relación con el padre puede llegar a ser un peligro, pues percibe a su propia descendiente como amenaza. Pero, ¿cómo podría una madre estar celosa de su propia hija?

Estos son particularmente difíciles para la hija, porque le dan un doble mensaje: “Hazlo bien para que mamá esté orgullosa, pero no lo hagas demasiado bien al punto de eclipsarla porque se enojará”.

Así, la niña, adolescente o joven, no crecerá en un ambiente seguro.

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De acuerdo con la psicóloga Elaine Cevallos (@psic_elaine_cevallos) , para poder entender por qué existen madres que buscan competir con sus hijas debemos saber que podrá haber varias razones que se pueden identificar a través del estilo de personalidad, pues las madres así presentarán rasgos de narcisismo, como egocentrismo, frialdad, aires de superioridad y ausencia emocional.

  • Miedo a perder: esto ocasiona que quieran controlar todo lo que hace la hija y desear que sea lo suficientemente exitosa pero no más que ella. Si es exitosa, refuerza su posición como madre que hizo un buen trabajo al criarla, pero si va más allá y la supera, sentirá que la invalida.
  • Inmadurez emocional: relacionada con la baja autoestima, es otro motivo que presenta a la madre una necesidad constante de tener la atención en todo momento y buscar reconocimiento externo haciendo quedar mal a su hija. Esto viene de la mano de comportarse como una adolescente y la inseguridad de envejecer.
  • Recelo: sienten envidia de poder brindarle a su hija oportunidades que ella no tuvo mientras crecía. Se debe tomar en cuenta y notar que en cualquier relación maternal sana sería una alegría poder superarse como madre y darles lo mejor a sus retoños.
Cuando mamá ve a su hija como competencia. Foto: Shutterstock

Consecuencias de ver a su hija como competencia

En cuanto a lo que puede generar como madre tener envidia de y hacia su hija, están situaciones como la afectación al desarrollo psicoemocional de la niña o joven, quien buscará aprobación de la figura paterna y materna.

Si una hija se da cuenta de que su madre proyecta su envidia en ella, no podrá llevar buenas relaciones interpersonales y se encontrará en una constante lucha. Se preguntará ¿por qué me ve como competencia si yo la amo?

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También sentirá la obligación de destacar y satisfacer a su madre para que ella se sienta bien, sin saber que si la aventaja tendrá problemas. De esa manera estará en un limbo intentando no lastimar a su mamá.

Según Cevallos, es importante tener presente que las amenazas y aquellas palabras que descalifican a la hija por parte de la madre generarán además sentimientos de angustia, frustración, aflicción y le crearán inseguridades que dejarán secuelas en su vida adulta, pues es una forma de maltrato emocional.

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Esto sí se puede trabajar y llegar a superar a través de proceso de terapia, pero será diferente para cada caso.

Cuando mamá ve a su hija como competencia. Foto: Shutterstock

Su hija no es su rival

Una mujer debe saber que la belleza de otra no la hace fea. Este es solo un ejemplo de una persona segura de sí misma que no busca competir con quienes la rodean.

Mientras la hija crece, utilizará a su madre como su principal ejemplo de cómo ser niña, mujer, amiga, amante y persona en el mundo. Si esta misma madre la menosprecia y está celosa de sus logros, ella no solo se confundirá, sino que a menudo se dará por vencida.

Es trabajo de ambos padres llenar cada etapa del desarrollo de sus hijos con cariño, amor, apoyo y aliento, pero si la mamá no cumple con esto, la hija tendrá un vacío muy dañino.

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En casos de celos maternos hacia la hija, el dolor que esta sentirá por no ser amada por su madre la llevará a pensar que tiene poco apoyo, pues la primera persona que debería estar para ella no lo está.

La envidia de una madre será una situación aterradora y desesperanzadora para una niña de cualquier edad. (F)