Así como tiene que tener el ‘visto bueno’ físico antes de someterse a una cirugía, en el caso de la bariátrica, debe tenerlo además en el ámbito psicológico y emocional. Hacerse un examen de salud mental asegurará que usted sea un buen candidato para este procedimiento que le cambiará la vida.
Y es que hay que considerar que esta operación no debe tomarse a la ligera, pues no se trata solo de una modificación estética, sino de un nuevo camino hacia un estilo de vida saludable, que implica realizar cambios en el sistema digestivo y llevar un estricto control en la alimentación, siempre bajo la supervisión de profesionales.
Pero, ¿qué es una cirugía bariátrica?
Se trata de un tipo de intervención quirúrgica poco invasiva por medio de la cual se restringe la capacidad de ingerir alimentos o se crea una malabsorción intestinal para disminuir el consumo calórico y por ende lograr la reducción de peso en personas con obesidad. Así lo explica el doctor y cirujano digestivo, Juan Carlos Aveiga.
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Los dos tipos más comunes y recomendados de esta cirugía son: la Manga Gástrica, en la cual se reduce el estómago de los pacientes, y el Bypass Gástrico. Este último consiste en, además de disminuir el tamaño del órgano, crea un puente que se conecta con el intestino delgado.
¿Por qué necesito una evaluación psicológica antes de la cirugía bariátrica?
Elegir someterse a una cirugía para bajar de peso es una decisión importante, que afectará sus comportamientos y elecciones de estilo de vida en el futuro. Hablar con un psicólogo durante su evaluación puede ayudarlo a asegurarse de que está tomando una decisión que cumpla tanto con su pérdida de peso como con sus objetivos de vida.
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Según detalla Aveiga, la preparación y la evaluación psicológica es una parte muy importante en el chequeo prequirúrgico para saber si el paciente está apto por completo para realizársela.
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“Las contraindicaciones absolutas de la cirugía son problemas de índole psicológico y psiquiátrico como la adicción al alcohol y drogas, bipolaridad, trastornos depresivos o ansiedad volcada al consumo de alimentos. Es muy importante para ciertos pacientes tener un acompañamiento psicológico en el proceso de reducción de peso”, afirma el grand master de obesidad y cirugía bariátrica.
Es por eso que es un requisito repasar el historial de salud mental e intentos anteriores para perder peso, lo que implica hablar de cualquier diagnóstico pasado de quien se somete al procedimiento. Una evaluación psicológica ayudará además a su doctor aprender cómo brindarle un mejor servicio, no solo durante la cirugía sino durante los días, semanas y meses siguientes.
De acuerdo a la psicóloga clínica y orientadora Cecilia Chávez Bowen, si bien la cirugía bariátrica puede lograr cambiar la salud de la persona al modificar su ingesta de alimentos, no trabaja por sí sola, pues se necesita que el paciente haga cambios profundos en su estilo de vida. Y, como toda cirugía, no está exenta de riesgos.
“Se sugiere una evaluación psicológica previa para lograr éxito completo y minimizar peligro y/o recaídas en los hábitos anteriores. Es importante conocer si existe algún problema de salud mental que pueda afectar los resultados. Recordemos que se trata de un proceso a largo plazo y los cambios deben mantenerse. Así también, es esencial manejar las expectativas con mesura y paciencia para evitar frustración y ansiedad”, manifiesta.
“El paciente necesita tener toda la información médica para poder tomar la decisión de operarse y debe tener claro todo el proceso y comprometerse de manera muy seria con el tratamiento. Debe recopilarse los antecedentes familiares, conocer, por ejemplo, si han existido episodios de depresión en el paciente o sus familiares y que situaciones traumáticas ha vivido para comprender mejor al paciente. Es indispensable conocer y ayudar a mejorar su relación con los alimentos y hacer una historia clínica lo más completa. Los familiares cercanos pueden aportar información también”, añade.
¿Qué puede pasar después?
Chávez cuenta a este diario que hay ocasiones en que el paciente sigue teniendo pensamientos muy negativos en referencia a su cuerpo después de la cirugía. Estos casos suelen deberse cuando hubo expectativas poco realistas (se operaron motivados por el cambio de imagen), algún trastorno de la conducta alimentaria que no se comunicó al especialista o problemas emocionales no trabajados en consulta.
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“El apoyo psicológico continuo es fundamental para ayudar a estos pacientes y sus familias a adaptarse a su nueva realidad física y emocional“, afirma Chávez.
Aveiga comenta que el acompañamiento luego del proceso quirúrgico por otros profesionales como una nutricionista, es de vital importancia, para contrarrestar los efectos secundarios de la cirugía.
Estos pueden ser la caída del cabello, piel arrugada, paralización del intestino por deshidratación, síndrome de evacuación rápida gástrica, aturdimiento, náuseas, vómitos, entre otros relacionados a la rápida pérdida de peso.
Por lo tanto un buen candidato para la cirugía bariátrica necesita estar preparado física, mental y emocionalmente para lograr una pérdida de peso exitosa a largo plazo después de la cirugía y ayudarle a lograr un compromiso de por vida con una mejor salud después de su operación. (F)
