La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente para contribuir a la mejora de su comunidad.

Además, es un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.

La exposición a circunstancias sociales, económicas, geopolíticas y ambientales desfavorables, como la pobreza, la violencia, la desigualdad y la degradación del medio ambiente, también aumenta el riesgo de sufrir afecciones de salud mental.

Estos riesgos pueden manifestarse en todas las etapas de la vida, pero los que ocurren durante los períodos sensibles del desarrollo, especialmente en la primera infancia, son particularmente perjudiciales. Por ejemplo, indica la OMS, se sabe que la crianza severa y los castigos físicos perjudican la salud infantil y que el acoso escolar es un importante factor de riesgo de las afecciones de salud mental.

Importancia de ir al psicólogo

“El mundo ha cambiado y la salud mental se constituye en el don más precioso del ser humano. Porque al psicólogo no va la gente que tiene problemas, puesto que todos en mayor o menor medida tenemos problemas.

Al psicólogo va la gente que quiere resolver, aliviar y superar sus problemas”, dice Carlos Orellana Román, subdirector del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

5 consejos de la Unicef

  • Descansa lo suficiente. El descanso es necesario para el cuerpo, la mente y las emociones. Recuperar la energía es una tarea diaria y esto solo se logrará durmiendo como mínimo 8 horas seguidas durante la noche y tomando momentos de desconexión y descanso, especialmente de las redes sociales.
  • Mantente en movimiento, realiza actividad física. La actividad física tiene relación con la estabilidad de nuestras emociones. No solo genera sustancias en nuestro cuerpo que nos hacen sentir mejor, estar más concentrados y descansar mejor, sino que también puede hacernos mantener una mejor autopercepción de nuestro cuerpo.
  • Habla sobre salud mental y sobre tu salud mental. Vence los mitos, vence los prejuicios. La salud mental está llena de mitos y prejuicios, como por ejemplo: “la depresión es flojera” o “los psiquiatras y psicólogos son solo para locos”. Todo ello impide abrirnos a compartir nuestras dificultades y estar dispuestos a la búsqueda de ayuda de manera oportuna.
  • Mantén buenas relaciones con tu familia, amigos y comunidad. Sabemos que la convivencia no es fácil, pero las buenas relaciones que mantenemos con nuestros seres queridos y amigos alimentan nuestra autoestima, confianza y estado de bienestar.
  • Acude a los profesionales de la salud mental. Ya sea a través de una línea telefónica o en centros de salud, para recibir orientación para mejorar tu salud mental o identificar algún problema que tengas. Estos profesionales de la salud mental contribuirán a la recuperación de cualquier problema que se presente.