El consumo de ciertas bebidas puede aportar numerosas propiedades beneficiosas para el organismo humano. Lo mismo sucede con el té blanco, el cual aporta propiedades saludables como los polifenoles, vitaminas C, E, B, K, potasio, ácido fólico, además de que no contiene azúcar, grasas ni carbohidratos.

Se trata de una infusión que se obtiene de los brotes tiernos de la planta Camellia sinensis que se caracteriza no solo por su sabor suave, sino por ser un adelgazante y diurético natural, también por regular los niveles de glucosa y colesterol en sangre.

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Cómo preparar y aprovechar mejor el té blanco

El té blanco se obtiene de los brotes de la Camellia sinensis Foto: TheCrimsonMonkey

Se recomienda verter 250 mililitros de agua en una olla y dejar hervir, luego se agregan dos cucharadas de té blanco con unas hojas de menta y se dejan infusionar por cinco minutos. Posteriormente, se puede colar el líquido y servirlo en una taza.

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De acuerdo con Clara, se pueden tomar dos o tres tazas de esta bebida sin azúcar si lo que se desea es adelgazar, lo ideal también es hacerlo una hora antes o una hora después de cada comida. Esto se debe a que la cafeína presente en el té puede disminuir la absorción de nutrientes y hierro de los alimentos.

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Otros beneficios del té blanco

El té blanco combinado con la menta ayuda a adelgazar Foto: Freepik

Además de sus propiedades para controlar el peso, el azúcar y el colesterol, el té blanco ofrece una amplia gama de beneficios adicionales. Gracias a su alto contenido de catequinas y polifenoles, actúa como un poderoso antioxidante, protegiendo contra los radicales libres y el envejecimiento celular.

Asimismo, su capacidad antibacteriana, respaldada por las vitaminas C y E, combate las bacterias bucales y fortalece el sistema inmunológico, contribuyendo a prevenir los resfriados y otras enfermedades de origen bacteriano.

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