El aumento de glúteos es tendencia en cirugía plástica, ¿cuáles son sus riesgos?

El aumento y la elevación de glúteos son los procedimientos quirúrgicos que más interés han despertado en los últimos años, con un incremento del 65,9% y 77,6%, respectivamente, entre 2015 y 2019, según la última encuesta mundial de la Asociación Internacional de Cirugía Plástica Estética.

En contraste, se han reducido los procedimientos de aumento de pecho y han aumentado ligeramente los de rostro y cabeza (en especial en los labios), así como los inyectables no quirúrgicos (como el bótox, hidroxiapatita de calcio, ácido hialurónico). Y se han incrementado las cirugías de eliminación de implantes de mamas.

¿Qué debe tener en cuenta si está pensando en un aumento de glúteos o Brazilian Butt Lift (BBL)?

El cirujano plástico y presentador de televisión Terry Dubrow, conductor del programa ‘Botched!’, opina que es una operación de cuidado. “Se toma grasa de una parte del cuerpo, típicamente del abdomen, se la procesa y se la inyecta en el trasero”.

Un cirujano plástico certificado evitará tocar las venas de esta área, que se conectan con la vena cava inferior, una de las dos arterias mayores del cuerpo, que conduce la sangre al corazón y a los pulmones.

“Si recibieras grasa en alguna de esas venas, y llega a la cava, y a tus pulmones, se acabó”, dijo Dubrow en una entrevista para TMZ el pasado 31 de mayo. Con un cirujano entrenado en técnicas seguras de BBL, el riesgo en la cirugía es mucho menor a 1 en 3.000 casos. Así que el énfasis está en buscar cuidadosamente a un buen profesional.

El doctor Luiggi Fayad, cirujano plástico ecuatoriano, comenta que el BBL o inyección de grasa en los glúteos ha tenido complicaciones que han ocasionado la muerte porque la cánula ha llegado muy profundo, dentro del músculo, lo cual no debe hacerse.

“El músculo tiene muchos vasos sanguíneos, y si uno llega a tocarlos, y a colocarles grasa, eso se puede convertir en una embolia, que puede llegar al pulmón o al cerebro”. La inyección debe ser superficial, por debajo de la piel, al nivel de la capa de grasa que está sobre el músculo.

Si usted está pensando en aumentar los glúteos, busque un profesional con credenciales, que tenga título registrado en Ecuador, miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica o de alguna otra sociedad internacional. Pero además, converse personalmente con el cirujano. “Muchos pacientes escriben por las redes sociales, preguntan el costo” y se guían por eso.

¿Quién es el candidato ideal al aumento de glúteos?

El candidato ideal es una persona que tenga grasa localizada que no pueda bajar con ejercicios o dieta y quiere mejorar su contorno con una lipoescultura. El BBL es parte de esa operación, pues la grasa que se retira se inyecta en los glúteos.

• La persona con exceso de peso, con un BMI por encima de 29 o 30, no obtendrá buenos resultados.
• Eventualidades: que el tejido del glúteo no integre el injerto de grasa, y este se reabsorba y se pierda en un 40-60%. Esto no produce un riesgo para la salud.
• Las infecciones son raras, porque hay formas de tratar la grasa, filtrándola.

¿Se puede sacar grasa de otra área además del abdomen?

La doctora Tania Medina, cirujana plástica, indica que también se puede extraer grasa de los muslos y de la parte superior de la espalda. “En manos debidamente calificadas no solo aumenta el tamaño de los glúteos, sino también se consigue un recontouring (nuevo contorno) del torso entero, incluyendo la cintura, abdomen y muslos”.

Con este procedimiento en dos partes, el cirujano puede devolver armonía al cuerpo, acentuando la cintura y volviendo a perfilar el torso. El resultado suele ser una cintura más estrecha, unos glúteos, cadera y figura mucho más sexy”, dice Medina.

El BBL necesita de un examen completo, encontrar los mejores lugares para sumar y restar grasa para conseguir lo que el paciente desea, “ya que no es un enfoque de talla única”, sino que hay que mirar el tamaño y forma del cuerpo, las áreas de grasa existente y la calidad de los tejidos blandos.

Medina recomienda una discusión detallada entre médico y paciente, mirando fotos de casos anteriores en los que el profesional haya realizado esta cirugía, y evaluando los resultados. “Siempre de la mano de un cirujano certificado, en una clínica de buena reputación y sin esconder nada sobre tu salud o condición física”. (I)