La manera más sencilla de pensar en bajar de peso es para recuperar o alcanzar una imagen ideal. Se pasa por alto que al controlar el peso se solucionan varias complicaciones a la vez: riesgo cardiovascular, diabetes, presión arterial y colesterol alto, especialmente en las mujeres que están en los años cercanos a la menopausia.

Daniela Hurtado Andrade es endocrinóloga y experta en obesidad de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida. En su práctica clínica se enfoca en mujeres que tienen alto riesgo cardiovascular, es decir, que están llegando a la menopausia o ya la pasaron, y aquellas que han sobrevivido al cáncer de mama. Trabaja con ellas para ayudarlas a disminuir la probabilidad de tener enfermedades cardiovasculares, y la obesidad es uno de los factores que más cuenta, así como la diabetes, presión arterial y dislipidemia (colesterol y triglicéridos elevados).

Publicidad

“Al tratar el peso puedo solucionar muchas de estas complicaciones”, dice Hurtado, médica ecuatoriana graduada en la Pontificia Universidad Católica, con un doctorado en Fisiología y Farmacología en la Universidad de Florida. Completó su educación en Medicina Interna en el Centro Médico de Pittsburgh, y entrenó en la especialidad de Endocrinología en la Clínica Mayo en Rochester.

Daniela Hurtado Andrade, MD, PhD, consultora asociada sénior de Endocrinología y Metabolismo. Foto de su premiación en el programa estadounidense RACER (Research Accelerator for Clinicians Engaged in Research), 2023. Foto: Cortesía

Su trabajo se centra en cómo el cerebro regula la ingesta de comida y en entender la obesidad para desarrollar intervenciones más eficaces. Es parte del programa de Medicina de Precisión para la Obesidad de Mayo.

Recientemente, ella contestó a una serie de preguntas en un encuentro con periodistas interesados en saber cómo las mujeres que pasan los 40 años pueden vivir esa etapa sin sentir que están destinadas a ganar peso, y con él, las complicaciones de salud relacionadas.

¿Todo el mundo gana peso con la edad?

Cuando envejecemos, nuestro metabolismo comienza a cambiar. Con los años, la ganancia de peso es algo que le sucede a la mayor parte de la gente, mujeres y hombres. Si queremos evitarlo, tenemos que hacer cambios desde la edad adulta joven, estamos hablando de los 35 o 40 años. En esa etapa de la vida tenemos que entender que para mantener el peso tenemos que consumir menos calorías, y muchas veces ejercitarnos más o ser más activos físicamente.

Publicidad

En general, en la menopausia ocurren otros cambios que nos predisponen mucho más a esta ganancia de peso. Yo recomiendo reducir el número de calorías. De 1.400 a 1.500 calorías al día pueden ayudar a mantener el peso a las mujeres en la menopausia temprana. Hay otros estudios no enfocados en el número de calorías, sino en el tipo de dieta. Y han demostrado que dietas bajas en carbohidratos y grasas malas, altas en fibra y productos naturales pueden ayudar también.

También enfatizo que mientras envejecemos perdemos masa muscular. En la menopausia esto se exacerba un poco por los cambios hormonales, y una de las formas de prevenir la pérdida de masa muscular es asegurarnos de que estemos comiendo una cantidad adecuada de proteína. ¿Y cuál es la cantidad adecuada de proteína en general? De 1 a 1,2 gramos por kilogramo de peso corporal.

Y si estamos en un programa de pérdida de peso, la masa muscular puede perderse de manera más pronunciada. En estos casos se necesita inclusive más, quizás de 1,5 a 1,7 g por kg de peso corporal. Ese es el único aspecto de la dieta en el que hago énfasis cuando hablo de terapia alimenticia para mantener o perder peso.

No es solo tener una dieta o un plan nutricional. Se trata de desarrollar un programa multifacético que los pacientes puedan seguir. Eso es lo más importante: adherencia a la terapia para lograr objetivos.

Dra. Daniela Hurtado

¿Qué beneficios tiene la dieta cetogénica o keto?

La dieta cetogénica está basada en el consumo de grasas con un muy bajo consumo de carbohidratos. Puede tener tanto beneficios buenos como malos. Ayuda a perder peso, pero como se consumen grasas puede causar complicaciones, por ejemplo, la dislipidemia, que pone a los pacientes en riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular o aterosclerosis, que es la acumulación de grasa en las arterias. Nos preocupan particularmente las arterias del corazón, donde puede llegar a causar síntomas o enfermedad cardíaca.

Cada vez que estamos considerando seguir algún tipo de dieta, debemos hacerlo bajo la supervisión de un especialista, porque de esa manera podemos monitorear ciertos parámetros que nos pueden indicar si lo que estamos haciendo nos está causando alguna consecuencia negativa o si nos está ayudando.

¿Funciona el ayuno intermitente?

En general, el ayuno intermitente se aleja del término dieta. Estamos hablando de terapia nutricional, que se enfoca en consumir calorías solo en una parte del día. Puede ser en un periodo de 8 horas o de 6 horas. Varía de persona a persona, algunos lo hacen en 10 horas y les puede ayudar a la pérdida de peso.

Pero debemos tener en cuenta que puede tener consecuencias. Si hacemos ayuno intermitente y no comemos por 18 horas, una vez que rompemos el ayuno podemos sentirnos muy hambrientos y sobreconsumir calorías, lo que puede tener un efecto negativo, anular el efecto en el peso o resultar en aumento de peso otra vez. Cualquier tipo de dieta tiene que ser bajo la supervisión de un médico. No es solo tener una dieta o un plan nutricional. Se trata de desarrollar un programa multifacético que los pacientes puedan seguir. Eso es lo más importante: adherencia a la terapia para lograr objetivos.

¿Cómo afecta la obesidad a la salud mental y emocional?

La obesidad es una de las enfermedades más prevalentes en este mundo y hemos llegado a entender mucho acerca de sus efectos negativos. Es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, hipertensión arterial o presión elevada, el colesterol elevado o dislipidemia, enfermedad cardiovascular.

Además, la obesidad está muy relacionada con complicaciones mecánicas: el reflujo gastroesofágico, osteoartritis (inflamación y daño de las articulaciones), la apnea del sueño. También está asociada con la enfermedad mental: ansiedad, depresión, desórdenes alimenticios, uso o abuso de alcohol de drogas. Y 14 diferentes tipos de cáncer, es un factor de riesgo muy determinante para el cáncer de mama y de útero. El cáncer de mama es el más prevalente en mujeres después de la menopausia.

¿Dónde recae la culpa de la obesidad?

Se vuelve más y más difícil sobrevivir a los estándares (de belleza) actuales y hay mucha desinformación acerca de la obesidad. Por mucho tiempo creímos que los pacientes no querían hacer ejercicio o no se preocupaban de su físico, que no querían tomar las decisiones adecuadas. Ahora sabemos que es una enfermedad y que los factores que determinan si desarrollamos obesidad o no están fuera de nuestro control.

La mayor predisposición para desarrollar obesidad viene a través de los genes. Está influenciada por el medio ambiente, el acceso a todos los alimentos que ahora tenemos, pero básicamente está stablecida por nuestros genes. Es muy importante hacer entender a los pacientes que quieren comenzar un tratamiento para la obesidad que no es culpa de ellos. Una vez que se dan cuenta de que no estaba bajo su control, sienten alivio mental y pueden estar mucho más abiertos para probar terapias.

Porque sí tenemos tratamientos efectivos para la obesidad. El control de la enfermedad mental en pacientes obesos es muy importante, porque si esa parte no está bien controlada, es mucho más probable que vayamos a tener problemas durante el tratamiento.

¿Qué necesita saber quien está decidido a bajar de peso?

Es muy importante desarrollar un plan de pérdida de peso basado en objetivos personales. Muchas personas tienen un objetivo, el número en la balanza, quieren llegar a ciertos kilogramos, pero yo siempre les incentivo a pensar, ¿más allá de ese número, qué beneficios quieren obtener? Así puedo desarrollar un plan mucho más realista y dar motivaciones una vez que pierden tanto peso como para ya no tener dolor de rodilla o de cadera o poder moverse más, hacer más ejercicios, no necesariamente enfocándose en un número.

Otra cosa es el sueño. No es solamente la calidad, sino la cantidad de sueño que puede afectar a nuestro peso. Las personas que tienen horarios de trabajo nocturno están mucho más propensas a ganar peso y a desarrollar complicaciones como diabetes tipo 2. Siempre estoy asegurándome de que mis pacientes no tengan apnea del sueño, que es una enfermedad relacionada con el exceso de peso. Si mis pacientes cercanas a la menopausia tienen síntomas vasomotores o los calores nocturnos, para mí es muy importante minimizar la apnea, para que ellas puedan descansar e incrementar sus probabilidades de llegar a sus objetivos.

¿Cómo sobrellevar los cambios de peso en la menopausia?

Nuestro cuerpo y nuestra composición corporal cambia a partir de los 30 años, comenzamos a perder masa muscular y eso va a afectar nuestro metabolismo. Cuando una mujer atraviesa la menopausia, la pérdida de estrógeno va a exacerbar la pérdida de masa muscular y va a cambiar la distribución de la grasa corporal. El estrógeno ayuda a estimular que la grasa se deposite en las caderas. Es la distribución clásica de las mujeres. Una vez que perdemos estrógeno, la grasa comienza a depositarse en el abdomen y la calidad de la grasa en las caderas (perfil metabólico bueno) es diferente de la calidad de grasa en el abdomen (perfil metabólico negativo).

Si la obesidad es una enfermedad, necesitamos tratarla como tal. A muchas personas se les va a estimular a cambiar su estilo de vida, a comer menos calorías, tener una dieta más saludable o más beneficiosa y también a incrementar la actividad física. Sin embargo, muchos de los que logran perder peso con cambios de estilo de vida van a recuperarlo, porque nuestro cuerpo trata de protegernos de la pérdida de peso. Desde hace miles de años, perder peso es percibido por nuestro cuerpo como algo negativo. Estábamos en peligro de extinción, entonces genéticamente estamos programados para evitar la pérdida de peso.

Por eso, la dieta y el ejercicio no funcionan para la mayor parte de personas y finalmente hemos entendido esto, y hemos desarrollado terapias efectivas que incluyen medicamentos, procedimientos endoscópicos y cirugía bariátrica.

¿Cómo funcionan los nuevos medicamentos para tratar la obesidad?

Funcionan a nivel del cerebro, para disminuir el hambre. También funcionan a nivel del estómago, para permitir que la comida se quede más tiempo y se sienta satisfecho. Semaglutida, liraglutida y el tercer fármaco aprobado es la tirzepatida. Trabajan de la misma forma, son inyectables, semaglutida y tirzepatida una vez a la semana y liraglutida una vez al día. Se prescriben para personas que tienen un índice de masa corporal mayor a 30, que es diagnóstico de obesidad, pero también se las considera en personas que tienen un índice de masa corporal mayor a 27 que ya tengan alguna complicación por el exceso de peso.

Es decir, no considero únicamente el hecho de que quieran perder peso, tengo que tomar otros aspectos, como la historia clínica o el objetivo final (diabetes, hipertensión). ¿Por qué? Estas medicaciones tienen muy diferente efectividad: después de un año con tirzepatida, los pacientes pierden en promedio 22 % del peso corporal. Con semaglutida es el 15 % del peso corporal y con liraglutida entre 7 y 8 % del peso corporal. Además, pueden tener efectos adversos, por lo tanto hay que hacer seguimiento oportuno para asegurarnos de que se estén usando de manera adecuada.

(Aquí, la doctora Hurtado hace notar que los efectos adversos son bastante comunes, se producen en el 30 al 50 % de los pacientes y son llenura, reflujo, náusea, vómito, diarrea o estreñimiento. También se asocia con un mayor riesgo de enfermedad vesicular. No deben prescribirse a personas con enfermedad de Crohn, cáncer de tiroides medular).

He recibido a pacientes que están atravesando la menopausia y sienten que han ganado 20 0 30 libras en el periodo de 2 a 3 años, y no tienen los requerimientos para considerar estas medicaciones. Las prescribo porque quiero prevenir que desarrollen las complicaciones de la subida de peso persistente.

No tenemos una pastilla mágica para tratar esta enfermedad. Es muy importante que cuando estamos considerando opciones de tratamiento para la obesidad, los pacientes entiendan que el cambio de estilo de estilo de vida es esencial: cambios positivos en la dieta, evitar las deficiencias nutricionales y la pérdida de masa muscular.

Vemos gente que solo necesita perder unas 5 o 10 libras y comienza a tomar estas medicaciones sin supervisión médica, y desarrollan hábitos nutricionales que pueden afectar negativamente, deficiencias nutricionales con repercusiones a largo plazo. Reportes sugieren que al dejar de tomar la medicación, la sensación de hambre y saciedad puede cambiar y ser más contraproducente en cuestión de peso. No solo ganan los kilos que perdieron, sino muchos más. Es muy importante que siempre se discutan los riesgos y los beneficios para tratar de desarrollar un plan adecuado. (I)