Muchas personas luchan constantemente con el desafío de perder peso, especialmente cuando se trata de un metabolismo más lento. Sin embargo, existen técnicas probadas que pueden ayudarte a acelerar tu metabolismo y alcanzar tus objetivos de peso de una manera sostenible.

Una de estas técnicas es la práctica de ciertos ejercicios de yoga, los cuales están diseñados específicamente para activar el metabolismo, acelerar el adelgazamiento y para mantener un vida más saludable en sí.

Cómo enhebrar la aguja: la posición de yoga que libera la tensión acumulada en el cuello, la espalda y los hombros

Las asanas de yoga activan el metabolismo. Foto: Prostock-Studio

¿Cuáles posiciones de yoga activan el metabolismo?

Postura del arado

A esta postura se llega al acostarse boca arriba y alzar la pelvis del piso, llevando las piernas por encima de la cabeza y hacia el suelo. Según Cuerpo Mente, esta permite activar el metabolismo desde la glándula tiroidea.

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Postura del pez

Esta posición sirve para mejorar la liberación de hormonas que trabajan directamente con el proceso metabólico. Para realizarla, debes acostarte boca arriba, colocando las manos al lado de las nalgas. Respira lentamente y estira el tronco de tu cuerpo hacia arriba, alargando la columna.

Pranayamas

Más que una postura en específico, los pranayamas se refieren a las técnicas de respiración que se usan en el yoga, ya sea parado o sentado, para estimular las glándulas tiroideas y reducir los síntomas de hipotiroidismo, como indica Cuerpo Mente.

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Postura sobre los hombros

Esta es una postura similar a la del arado, solo que los pies se dejan elevados verticalmente sobre el cuerpo. También conocida como la postura de la vela, esta se encarga de estimular las glándulas tiroides, pituitaria y pineales para así activar el metabolismo.

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Postura invertida

Recuéstate boca arriba con las manos apoyadas sobre el suelo y luego inhala mientras sublas piernas, nalgas y la región inferior de la espalda.

Cuando las piernas estén posicionadas de forma vertical, coloca las manos debajo de la cadera con los codos apoyados sobre el suelo para servir de apoyo al resto del cuerpo, aunque también se puede usar un apoyo o base. Esta pose permite estimular la circulación sanguínea.

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(I)

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