Los frutos rojos son frutas silvestres recolectadas en bosques durante las temporadas de verano y otoño. Suelen crecer en árboles y arbustos y cuentan con colores muy vistosos. En la actualidad estas frutas se cultivan y se comercializan en cualquier lugar y momento del año.
Más allá de las características de los frutos rojos, tienen un alto contenido vitamínico y gran potencial antioxidante, que en su mayor parte provienen de los mismos compuestos otorgados por su color.
El blog de Mapfre detalla que el aporte calórico de estas frutas se mantiene entre las 30 y las 50 calorías por cada 100 gramos, mientras que su contenido graso es prácticamente nulo, asimismo, poca cantidad de proteínas. La energía proviene principalmente de los hidratos de carbono, almacenando de 12 a 15 gramos por cada 100 gramos.
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El mejor fruto rojo para la inflamación y el hígado graso
El mejor fruto rojo para esta finalidad es el arándano rojo, una baya que tiene múltiples efectos a favor de la salud.
El portal filandés Ilta Sanomat señala que una investigación de doctorado hecha recientemente halló que agregar polvo de arándano rojo a los alimentos puede prevenir el desarrollo de inflamación leve así como de trastornos del metabolismo asociados al azúcar y las grasas.
Se pudo notar que los niveles de varios factores inflamatorios así como de la hormona leptina fueron significativamente más bajos en el grupo de ratones que recibieron una dosis en comparación con el grupo de control que llevaban una dieta más alta en grasas.
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Otro descubrimiento fue que la dosis de este fruto seco impidió el aumento del nivel sérico en la enzima ALT (que al concentrarse en grandes proporciones, puede producir daño a las células hepáticas, causado por el hígado graso).
Riitta Ryyti, quien es maestra en ciencias de los alimentos concluyó que agregar arándano rojo a una dieta rica en grasas puede prevenir la inflamación leve así como los cambios metabólicos dañinos causados por la obesidad.
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