La sangre es necesaria para la vida, sin ella, los órganos no pueden obtener el oxígeno y los nutrientes necesarios para sobrevivir.

El cuerpo tampoco tendría la capacidad de calentar ni enfriar cuando sea necesario, combatir infecciones ni deshacerse de sus productos de desecho.

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Nuestros problemas con el sistema circulatorio pueden estar relacionados con los alimentos que consumimos.

Las mejores vitaminas para activar la circulación sanguínea

Existen dos vitaminas que pueden tener un efecto muy positivo en cuanto a la circulación sanguínea, se trata de la K y la D, sobretodo si trabajan en sinergia.

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Por un lado, la vitamina K juega un papel determinante en la coagulación de la sangre, así como en la prevención de la calcificación en las arterias, de modo que mantiene la circulación sanguínea saludable. Es por ello que es recomendable incluir en la dieta alimentos ricos en esta vitamina, entre los que destacan las verduras de hoja verde como espinacas, kale y brócoli, el aceite de soja y los productos lácteos fermentados.

La técnica en nutrición y dietética Ana Luzón aseguró al Huffpost que esta vitamina tiene la capacidad de trabajar en sinergia con la vitamina D para mejorar la salud ósea y cardiovascular; destacando que pese a que la D es comúnmente conocida por proteger la salud ósea, también “desempeña funciones cruciales en el sistema cardiovascular”.

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Agregó que la vitamina D puede optimizar la salud del corazón y de los vasos sanguíneos, ya que puede regular la presión arterial debido a que “contribuye a la regulación de la presión arterial al influir en el sistema renina-angiotensina, que controla la construcción de los vasos sanguíneos y el volumen de la sangre”, pero claro, debe consumirse en los niveles adecuados.

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Para obtenerla, es importante combinar combinar la exposición moderada al sol con una alimentación rica en alimentos que la contengan, por ejemplo, pescados grasos como el salmón y la caballa, las yemas de huevo, el hígado de res y productos lácteos fortificados.

Sin embargo, también destaca que hay casos en los que el uso de suplementos puede ser necesario, en especial en aquellas personas que se exponen poco al sol o con condiciones de salud que afecten la absorción de nutrientes.

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(I)

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