Los rasgos de una persona se revelan en pequeñas acciones y descubrirlas nos permite saber cómo son quienes nos rodean. Por ejemplo, la forma en la que empujamos la silla cuando estamos sentados en un lugar público dice mucho más que cualquier palabra.
6 cualidades únicas de quienes empujan la silla al levantarse de la mesa
El detalle de estas cualidades las compartimos junto a Global English Editing.
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1) Responsable
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Empujar una silla hacia atrás es, aunque no lo creas, una pequeña responsabilidad que eliges no evadir.
Son personas que saben que una silla mal colocada podría suponer una molestia para otra y se niegan a transmitir esa incomodidad, detalla en Geediting.
Las describen como personas proactivas en cuanto a sus responsabilidades. Y eso, “probablemente se refleja en cada aspecto de su vida, desde su ética laboral hasta sus relaciones”.
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2) Organización
Volver a colocar una silla en su sitio después de levantarte de una mesa lo aprecian como un pequeño acto de organización.
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Se trata de mantener las cosas en su lugar, mantener el orden en medio del caos de la vida cotidiana.
3) Atención al detalle
No se trata de la silla en sí, ni siquiera de la mesa, sino del espacio que te rodea.
Desde Global English Editing exponen: Estas personas comprenden inherentemente que cada acción, por pequeña que sea, tiene un impacto en su entorno.
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Son el tipo de personas que se dan cuenta cuando una imagen está ligeramente torcida o cuando hay un error tipográfico en una página.
Lo hacen “por respeto al mundo que les rodea. Es una forma de decir: ‘Estuve aquí y me encargué de dejar este lugar intacto”.
4) Atención plena
Cuando alguien empuja su silla hacia atrás después de levantarse de una mesa, está demostrando atención plena.
Aseveran que esa persona “están demostrando que se toma el tiempo para estar presente y ser considerada en sus acciones”.
La atención plena es mucho más de la escena de sillas y mesas; “se trata de las personas y de cómo interactuamos con el mundo que nos rodea”.
Son personas que se toma el tiempo para escucharte realmente cuando hablas, o que nota cuando te sientes deprimido incluso si no has dicho una palabra, destacan.
5) Empatía
Con la acción de empujar esa silla al levantarse de la mesa “muestra consideración por las experiencias de los demás, un deseo de facilitarles las cosas, incluso si nunca sabrán quién lo hizo”.
Son empáticos: pueden sentir cuando un amigo está molesto, quienes se toman el tiempo para ayudar a un colega a comprender una tarea compleja, quienes siempre parecen saber qué decir para hacer que alguien se sienta mejor.
6) Comunicador considerado
Para los expertos, “recoger una silla después de levantarse de la mesa es, a su manera, una forma de comunicación no verbal”.
Deja un mensaje: “Me importa la comodidad de la próxima persona que use este espacio”.
En sus interacciones con los demás, estas personas tienden a ser comunicadores considerados .
¿Cómo? Son aquellos que eligen sus palabras con cuidado y los que entienden que la comunicación abarca escuchar como lo que no se dice como con hablar. (I)