Ve a tu habitación y mira tu cama. ¿Cuántas almohadas tienes? Ahora piensa desde cuándo están ahí. Si es mucho tiempo, debes saber que en cuestiones de higiene no basta con cambiar el forro que las cubre y si pensaste que lavar tu almohada no era algo importante, pues ahora será algo que debes hacer más seguido.