Las autoridades de la Prefectura de Manabí estiman en 9,4 millones de dólares el costo de la reparación del sistema de riego Carrizal-Chone, que en su totalidad fue afectado el tronco común de 10 kilómetros de tuberías por el terremoto del 16 de abril. Hubo el desacople y daños en al menos 62 puntos.

Aldo Vásquez, director de Riego y Drenaje del Gobierno Provincial de Manabí, dijo que la recuperación total del sistema estará para el verano de 2017 y aquello avizora un problema severo para la producción agrícola de Manabí que depende de este sistema, que riega cultivos en zonas de Chone, Junín, Bolívar y Tosagua.

Hasta antes del sismo se irrigaban 6 mil hectáreas con el sistema, pero con este dañado se evidenciará un problema en la baja producción agrícola.

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Los $ 9,4 millones, según Vásquez, han sido solicitados al Comité de reconstrucción de Manabí, además de unos $ 3,5 millones para intervenir 180 kilómetros de riberas de algunos ríos de las provincia, hundidas durante el terremoto.

“Estamos implementando un proyecto emergente para poder recuperar en algo el servicio a través del drenaje, para que sean usados como canales y a través de un programa de construcción de pozos someros en algunos sectores, de forma tal que de las 6 mil hectáreas que estábamos dándole servicio a través del sistema recuperar por lo menos 2.500 hectáreas”, explicó Vásquez.

El Carrizal-Chone se origina en la represa La Esperanza, en la parroquia Quiroga del cantón Bolívar. Consta de 10,4 kilómetros de tuberías plásticas de 2.000 mm de diámetro. Esta obra está a cargo de instituciones como el Gobierno Autónomo Descentralizado de Manabí, Empresa Pública del Agua (EPA) y la Secretaría Nacional del Agua (Senagua).

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Los daños más notables se dan en la caseta máster, en la primera y segunda etapa, en los puentes de acceso 1 en el ramal de Cañita y en el puente de acceso 2 en Pechiche.

Daniel Véliz Loor, agricultor de Quiroga, afirma que, a pesar de que sus propiedades colindan con los ductos, “nunca le han favorecido; de nada sirven, y mucho menos ahora que fueron destruidos por el terremoto”. “Mis plantaciones las riego con aguas de pozo”, señaló.

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Mientras, Leonardo Loor Jaramillo, agricultor de la misma zona y propietario de 40 hectáreas de cacao, plátanos y otros productos, afirmó: “Las tuberías pasan cerca de mi finca, y jamás he recibido agua de la represa, cojo agua del río mediante bombas”.

Aldo Váquez señaló que se debe mejorar el cobro. Ahora, los campesinos pagan $ 4 por hectárea durante el verano y en invierno, $ 2. (I)