El candidato presidencial de extrema derecha, Jair Bolsonaro, consiguió una amplia ventaja sobre su rival izquierdista Fernando Haddad en el primer sondeo con miras al balotaje en Brasil del 28 de octubre, mientras la violencia política se hace presente en el país.

La encuesta de Datafolha mostró que Bolsonaro obtuvo un 58% de las intenciones de voto, frente al 42% de Haddad. En la primera vuelta de la elección, realizada el pasado domingo, Bolsonaro ganó con un 46%, mientras que su rival obtuvo un 29%. Datafolha entrevistó a 3.235 personas. El margen de error del sondeo es de 2 puntos porcentuales. 

Con esta nueva encuesta se remarca el papel de favorito de Bolsonaro, pese al llamado de Haddad a otros partidos a unirse para mantener la democracia del país y enfrentar al excapitán del ejército, quien se ha mostrado desde sus inicios en la política como una persona misógina, homofóbica, crítica con la democracia y seguidor de la dictadura que gobernó Brasil de 1964 a 1985.

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En su intento por frenar al auge del ultraderechista, Ciro Gomes (centro izquierda), quien quedó tercero en la primera vuelta con el 12%, anunció su "apoyo crítico" y el de su partido (PDT) a Haddad, sin condiciones.

En tanto, los dos candidatos presidenciales exhortaron a poner fin a la violencia política, después de que se denunciaron numerosos episodios la semana anterior a la primera vuelta, el 7 de octubre, y que han continuado.

Uno de los casos extremos se produjo en la ciudad de Salvador, en el noreste, donde un compositor, maestro de capoeira y seguidor del Partido de los Trabajadores (de Haddad), Moa do Katendé, fue asesinado a puñaladas durante una discusión con un seguidor del ultraderechista Bolsonaro. La policía dijo que arrestó al agresor, quien confesó que el asesinato obedeció a motivos políticos.

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Otro caso es el de la exvocalista de un grupo musical en Rio de Janeiro que denunció haber sido agredida el pasado sábado con barras de hierro y puñetazos por cuatro hombres que antes le gritaron "Bolsonaro va a ganar para acabar con esos 'veados' (término peyorativo para referirse a los homosexuales)".

La noche del pasado martes se realizaron marchas en contra del asesinato del maestro de capoeira en la ciudad de Salvador.

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Previo a la primera vuelta hubo varios movimientos y marchas en contra del ultraderechista. Incluso la marcha de las mujeres en contra de Bolsonaro reunió a miles de personas en varias ciudades de Brasil y en  otros países. 

Tropiezos con el mercado

Pese a que Bolsonaro, de 63 años, se convirtió en el candidato de los mercados, echó un balde de agua helada en las expectativas de este sector  al descartar la privatización de Eletrobras y dejar en suspenso la revisión del sistema de pensiones, considerada esencial por los inversores. Además que pondría límites a la penetración de capitales chinos.

La reacción no se hizo esperar. La Bolsa de Sao Paulo cayó el martes 2,8% y el real se depreció frente al dólar, cerrando a 3,764 reales, frente a 3,712 la víspera.

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Las acciones de Eletrobras cayeron un 9% (había llegado a perder más de 13% durante la sesión) y las de Petrobras 2,87%.

Bolsonaro debió encarar además el anuncio de una investigación contra su asesor económico, el neoliberal Paulo Guedes, por sospechas de fraude con fondos de pensión de empresas estatales. 

Brasil usualmente es atractivo para las inversiones extranjeras al ser la octava economía del Mundo y la mayor de la región.

Preocupación internacional 

El sociólogo y economista español Manuel Castells publicó una carta abierta en la que dijo que era muy importante que Bolsonaro no ganara, porque con él Brasil y el mundo "están en peligro".

"Después de la elección de Trump, de la toma del poder por un Gobierno neofascista en Italia y del ascenso del neonazismo en Europa, Brasil puede elegir como presidente a un fascista, defensor de la dictadura militar, misógino, sexista, racista y xenófobo, que ha obtenido un 46% en la primera vuelta de las elecciones presidenciales", aseguró Castells, quien agrega que lo menos importante en este momento es quién es su oponente. 

“Si Brasil, el país decisivo de América Latina, cae en manos de este deleznable y peligroso personaje, y de los poderes fácticos que lo apoyan (…) nos habremos precipitado aún más bajo en la desintegración del orden moral y social del planeta a la que estamos asistiendo”, apuntó Castells.

El académico pide una movilización global para generar conciencia de la importancia de enfrentar el panorama mundial que implica esta elección. 

Mientras el presidente chileno Sebastián Piñera, quien había elogiado el plan económico del Bolsonaro, pero distante de su retórica, dijo es importante de Brasil no renuncie al pacto climático de París en un momento que es urgente tomar medidas en esta materia. Su homólogo español, Pedro Sánchez, pidió lo mismo y fue más crítico con el discurso del candidato brasileño. 

Esto debido a que Bolsonaro ha manifestado su excepticismo sobre el cambio climático. Además de que  planea resolver la escasez energética crónica de Brasil expandiendo la energía nuclear y la hidroeléctrica, pese a los temores al impacto ambiental de nuevas represas en el Amazonas, según el responsable de su plan de infraestructura.

En tanto, la vicepresidenta uruguaya Lucía Topolansky afirmó que en Latinoamérica hay una tendencia conservadora, pero que en Brasil hay una especie de retorno "a lo dictatorial", según una publicación de BBC.

Incluso la lideresa de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, ha dicho que Bolsonaro dice cosas desagradables.

Analistan piensan que la mayoría de los gobiernos de la región esperarán los resultados para pronunciarse sobre la política brasileña. (I)