En el 2022 el consumo de combustibles automotrices regresó a los niveles prepandemia. El consumo que había caído en 2020 producto del encierro por el COVID-19 y la falta de actividad económica se ha recuperado. Sin embargo, aunque el Gobierno hizo esfuerzos por poner en el mercado combustibles de mejor octanaje y calidad, la estructura del consumo sigue inclinándose hacia los combustibles fósiles menos amigables con el ambiente, que tienen los precios congelados.

Así, en el Ecuador se consumieron 53,4 millones de barriles de combustibles entre diésel y gasolinas (súper, extra, ecopaís y ecolpús). Esta cifra es 5,36 % mayor a lo consumido en 2021 y supera en 0,6 % la cifra del 2019. Las cifras están publicadas en el Informe Estadístico de diciembre de Petroecuador.

Posiblemente el consumo pudo llegar a una cifra superior, pero en junio se registró una caída importante debido a la paralización indígena que se desarrolló, justamente exigiendo una ampliación de los subsidios y el congelamiento de los precios de los combustibles fósiles.

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De los combustibles fósiles, el de mayor consumo en el sector automotor ecuatoriano sigue siendo el del diésel prémium con 23,3 millones de barriles, una cifra superior en 7,03 % con respecto al 2021, año en el que se consumieron 21,8 millones de barriles.

Entre tanto, se consumieron 14,4 millones de barriles de gasolina ecopaís (85 octanos), el 8 % más que los 13,4 millones del 2021. La gasolina extra (85 octanos) también registró un crecimiento de 6,7 % al pasar de 12,3 millones a 13,2 millones de barriles en 2022.

Mientras que las gasolinas de menor consumo fueron las de mejor calidad, pero también de mayor precio. Es que la gasolina súper, que tenía 92 octanos, pero que ahora ya está en 95 octanos, pasó de un consumo de 2,4 millones de barriles en 2021 a 1,6 millones en 2022. Es decir registró una caída del 33,7 %.

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Por su parte, la gasolina ecoplús 89 ha representado un consumo de apenas 26.047 barriles en todo el 2022. En todo caso, este valor representa solo lo consumido entre agosto, mes en el que se realizó el lanzamiento de un plan piloto, hasta diciembre. El consumo fue subiendo en los tres primeros meses: 2.444 barriles en agosto, 5.657 en septiembre y 6.608 en octubre, para sufrir una caída en noviembre y diciembre: 5.876 barriles y 5.462 barriles, respectivamente.

De acuerdo con Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camdeppe), la venta de la súper sigue registrando un consumo a la baja. El precio de la gasolina se incrementó en 2022 al pasar de $ 3,6 por galón en enero a $ 5,20 en julio, aunque en diciembre terminó en $ 4,15. Así, la participación en el mercado de la gasolina súper con respecto a todo el mercado de combustibles automotrices fue de 3 %. Solo en diciembre tuvo una participación de 2,5 %. Si se toma en cuenta la participación de la súper, sin incluir diésel, es decir, solo entre gasolinas ocupó de manera anual el 5,5 %, mientras que solo en diciembre fue de 4,6 % del consumo. Erazo ha indicado que tienen previsto que el consumo de la súper mejore en enero del 2023, por efecto de la baja del precio. Este mes el precio sugerido es de $ 3,98.

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Por otro lado, Erazo dice que la ecoplús se quedó en el camino y por ahora representa apenas el 1 por 1.000 del consumo de combustibles automotrices. Explica que en diciembre apenas 34 distribuidoras adquirieron el producto. Este número de estaciones representa una importante reducción si se considera que cuando se lanzó el programa eran más de 80, y luego se confirmó la participación de 60. (I)