Unas 45.000 familias nuevas podrían ingresar al registro del sistema de protección que entrega bonos de desarrollo humano, Joaquín Gallegos Lara y otras ayudas, cuando se reduzca el subsidio a las gasolinas y el ahorro sea redirigido a temas sociales. Así lo está pensando el Gobierno, cuyas autoridades confirmaron que actualmente ya están inscritas y certificadas unas 600.000 familias, pero no se les ha podido incorporar por falta de recursos.

Así, funcionarios han explicado que el ahorro de esta medida se va a ir a nuevos beneficiarios de compensación social y expansión de servicios del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

El precio de las gasolinas extra y ecopaís sería de $ 2,72 en un nuevo intento de Ecuador por retirar subsidios

Esta semana será crucial para que se decida cómo funcionará el nuevo esquema de estabilización de precios para las gasolinas extra y ecopaís (que subiría 25 centavos, es decir a $ 2,72 el galón, considerado como precio internacional) y las compensaciones a transportistas (de taxis, camionetas de carga y tricimotos), que estarían en alrededor de $ 40 mensuales por auto. El taxismo ha aceptado la medida, pero falta aún que se realice un consejo consultivo del sector en general.

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El Ministerio de Economía y Finanzas también hizo una comparación de las ayudas sociales per cápita y los subsidios de combustibles per cápita en Ecuador, es decir, cuánto reciben por uno u otro concepto cada uno de los ecuatorianos.

Así, en el 2023 el ingreso per cápita por subsidios a combustibles era de $ 127, mientras que el que está dirigido a ayudas sociales es de apenas $ 87.

Población a la que llegan los subsidios a combustibles

También es importante destacar que los tres subsidios a combustibles que existen en Ecuador: gasolinas, gas y diésel, son ineficientes, porque benefician en mayor proporción a los quintiles más ricos de la población que a los más pobres. Al hablar de quintiles se hace referencia a que la población se divide en cinco partes de la más pobre a la más rica, siendo el quintil 1 el más pobre y el 5 el más rico. De acuerdo con la data que maneja el Ministerio de Economía y Finanzas, de estos tres subsidios, el de las gasolinas es el más inequitativo.

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Esto, porque como ya se ha dicho por parte del Gobierno que el 53 % del subsidio llega al quintil más rico, quienes ganan más de $ 1.800, y solo beneficia a un 5 % de la población más pobre (quienes ganan menos de $ 266 al mes).

La explicación lógica es que quien tiene más dinero tiene uno o más autos y los utiliza para viajar y trasladarse de manera cotidiana. En cambio, las personas más pobres no requieren tanquear gasolina, sino más bien se trasladan en bus. Si se abre un poco más el análisis se observa que el 86 % del subsidio llega a los quintiles 3 (que ganan $ 668), 4 ($ 956) y 5 ($ 1.800) que son los de más altos ingresos.

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El concepto general de un subsidio es que es una ayuda de la administración pública para estimular el consumo o para personas de escasos recursos. Pero en el caso de las gasolinas extra y ecopaís no ha cumplido este objetivo. Debido a esta inequidad, el Gobierno define su plan para reducir el peso de estos subsidios y crear compensaciones para el transporte público a gasolina, a fin de que las tarifas para el consumidor no varíen.

¿Qué pasa con los otros subsidios?

Pero también los otros dos subsidios de diésel y GLP -que no serán tocados- tienen distorsiones. Si se revisa la estructura de a quiénes están destinados los otros subsidios también se encuentran distorsiones, aunque menos pronunciadas.

  • Así, por ejemplo, al analizar el caso del diésel se muestra que el 34,1 % del subsidio llega al quintil más rico de la población. Además, el 10,6 % de este subsidio llega a los más pobres. El diésel es utilizado por buses de transporte público y también camiones grandes que transportan mercancías.
  • Si se ve de una manera más amplia, el subsidio al diésel beneficia al 74 % de la población de los quintiles 3, 4 y 5. Este subsidio no se ha pensado modificar de ninguna forma, pues se considera que podría afectar a la competitividad. El diésel no está subsidiado ni para camaroneras, petroleras o mineras.
  • El subsidio del GLP resulta ser el menos inequitativo pues llega al 18,4 % de la población más vulnerable (quintil 1), mientras que el 21,7 % de esta ayuda se va al quintil más rico. El subsidio del GLP llega en un 61,4 % a los tres más altos quintiles. (I)