El pasado 2 de julio, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) informó, mediante un boletín, sobre minas que no contaban con los permisos municipales necesarios y que operaban cerca de la reserva ecológica Antisana.
Las minas fueron clausuradas por presunta contaminación de agua en la parroquia Píntag.
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Un representante de la compañía Revton S. A., una de las clausuradas, emitió un documento para refutar la medida.
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“No existe un indicio que justifique dicha contaminación. Es preciso tener en cuenta que el proceso de explotación minera no se realiza cerca de fuentes de agua, ya que el material pétreo obtenido está en el tendido del flujo lávico presente a nivel geológico y no dentro de ningún recurso agua”, afirma el representante en un comunicado.
El operativo de la AMC respondería a una acción de protección presentada por una fundación de investigación científica para proteger el medioambiente cofán, ubicada en La Joya de los Sachas.
La entidad municipal informó que durante la clausura se descubrió maquinaria pesada, incluyendo retroexcavadoras y volquetas, empleada para extraer material pétreo, un insumo fundamental en la construcción.
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Ante esto, la compañía señaló que no se debe confundir la minería legal con la ilegal, asegurando que sus representados contribuyen con el desarrollo de la comunidad de Píntag con aportes a una escuela del sector y con la generación de empleos.
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“El desarrollo de las concesiones mineras que mantenemos obedece a procesos estrictos de cumplimiento con los requerimientos estipulados en la normativa legal”, agregó la compañía.
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Desde la AMC se informó también que en una fotografía compartida por esta entidad se confirma que uno de los sellos de clausura colocados anteriormente había sido roto, por lo que volvieron a colocar uno nuevo en su lugar. (I)
