Josué Alexander caminaba por una vereda rumbo a su trabajo. El joven oriundo de San Antonio de Pichincha, parroquia rural del norte de Quito, empezó su vida laboral con el fin de reunir ingresos económicos que le permitan iniciar sus estudios universitarios en Medicina. Sin embargo, un disparo en la cabeza asestado por un delincuente podría truncar ese sueño.