Al mes y medio de haber llegado al poder, el gobierno del presidente Guillermo Lasso decretó su primer estado de excepción por los efectos de la pandemia del coronavirus y tras el aparecimiento de las variantes delta y delta plus en las provincias de El Oro y en Guayas (Guayaquil).

En Guayaquil, a diferencia de la provincia de El Oro, las medidas por el estado de excepción decretado por Lasso ante la presencia de la variante delta del COVID-19 -y que rigen desde este miércoles- serán no tan duras dentro de la ‘nueva normalidad’ a la que ya están acostumbrados sus habitantes; y eso preocupa a los médicos, que piden endurecer y extender las medidas para evitar más contagios.

Solo el artículo 4 del Decreto Ejecutivo 116 se refiere a las limitaciones para Guayaquil en cuanto a comercios y transporte. Y estas son: se ordena aforo de un 50 % para espacios cerrados donde se atienda al público, y 75 % en espacios de atención al público en lugares abiertos o al aire libre.

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En cuanto al transporte, se ordena operar solo al 50 % de su capacidad ordinaria; y se dispone (o no se prohíbe) la libre circulación de vehículos privados, sin restricción de horarios ni placas. No obstante, el COE cantonal, dispuso pasar de alerta 1 a la 2 y prohibió el ingreso de buses de la provincia de El Oro. La alerta 2 implica una restricción de circulación vehicular entre las 00:00 y las 05:00 y el funcionamiento de locales hasta las 23:59 en algunos casos.

Esto preocupa a Wilson Tenorio, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, quien dice que las medidas no bastarán si solo se aplican en Guayaquil y no se tienen en cuenta sus zonas aledañas, como los vecinos cantones de Samborondón, Durán y Daule. Los habitantes de este conurbano pueden desplazarse de un sitio a otro, por lo tanto las regulaciones deben abarcar todo el llamado Gran Guayaquil, no solo su zona de influencia.

Pero además, indica Tenorio, también se deberían dictar medidas a nivel nacional: prohibir vuelos procedentes de países donde exista esta variante, más contagiosa, aunque no más letal, pues se debe procurar la no saturación de los hospitales.

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Actualmente Guayaquil pasa a la fase 2, mantiene la cifra de 2,1 casos positivos de COVID-19 por cada 10.000 habitantes, y la ocupación de camas UCI COVID-19 se ubica en el 75 % en hospitales públicos y privados, informa el director de la Mesa Técnica de Salud, el epidemiólogo Carlos Farhat.

Tenorio cree que limitar aforos en comercios y buses en Guayaquil no basta para contrarrestar los contagios de la variante delta del COVID-19. El gremio de médicos recomienda que vuelva el toque de queda los fines de semana, la movilidad restringida y ley seca los fines de semana.

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Gobierno decreta estado de excepción en toda la provincia de El Oro y en Guayaquil

Los médicos también consideran necesario restringir las salidas a los balnearios los fines de semana y evitar concentraciones a propósito de las fiestas de fundación. “No se debería volver a las clases ni al trabajo presenciales por el momento”, añade Tenorio.

Esta cepa es altamente contagiosa, por lo que la vacunación se convierte en clave en este momento en Ecuador, sobre todo en Guayaquil y en un mes de mucha actividad comercial por sus festejos de fundación.

A Fernando Sacoto, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública, las medidas decretadas por el Ejecutivo en general le parecen adecuadas, pero considera que debería ser la oportunidad para implementar un adecuado sistema de vigilancia epidemiológica de base comunitaria tanto en El Oro como en Guayas.

“Ahora hay una situación especial por la identificación de la variante delta, pero esta respuesta que nunca se dio, en el manejo de la pandemia, debe implementarse”, estima Sacoto.

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El sistema de vigilancia, explica Sacoto, se implementa fortaleciendo la respuesta de las unidades de salud barriales y comunitarias e incorporando a vigilantes epidemiológicos comunitarios.

Además dotando de suficientes pruebas diagnósticas PCR y de antígenos.

Con ello, agrega, habrá un rastreo minucioso y aislamiento oportuno de casos y contactos.

En diez parroquias de Quito se rastrea la presencia de variantes del COVID-19

En Quito, que es el cantón más afectado por la pandemia, en diez parroquias se busca identificar la presencia de las variantes del coronavirus.

Hay criterios que se usan dentro de la toma de muestras: casos COVID-19 y que han recibido la vacuna; casos COVID-19 con antecedentes de viaje en las provincias de Ecuador y países donde se ha detectado la variante; casos COVID-19 con complicaciones graves; casos COVID-19 con reinfección; casos COVID-19 con problemas sistémicos.

Esteban Arce, director de brigadas comunitarias de la secretaría de Salud del Municipio de Quito, expresa que ante el escenario quizá de una transmisión comunitaria se incluyó ese criterio de antecedente de viaje local de Machala y Guayaquil o de un nexo epidemiológico.

“Personas que han ido a visitar a estos familiares y muchas veces son COVID y se encuentran en Quito también son consideradas...”, expone Arce.

Agrega que la tendencia decreciente que se presentaba hasta la semana anterior en la capital de la República ha cambiado y ahora hay una ligera tendencia creciente y la preocupación se centra en la posibilidad de estar a las puertas de un nuevo brote, tomando en cuenta que hay listas de espera considerables para acceder a los hospitales.

En El Oro, el 86 % de sus cantones presentan alto riesgo expresado por los altos indicadores de transmisibilidad y de gravedad de las últimas dos semanas.

Además de que se han identificado no solo las variantes delta y delta plus, sino también la gamma.

Para el Ministerio de Salud, la presencia de estas variantes puede originar conglomerados de casos y un aumento exponencial de estos si es que no se exigen medidas de restricción de movilidad que refuercen la vigilancia epidemiológica, considerando que un brote en esa provincia podría convertirse en el disparador de una diseminación mayor al resto del país dada la alta movilidad humana debido a su ubicación geográfica, sobre todo entre las provincias de Loja, Guayas, Azuay y Zamora Chinchipe, además de su condición fronteriza con Perú.

Juan Zapata, presidente del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, defiende las medidas gubernamentales e indica que las decisiones del Gobierno buscan mitigar la propagación de las variantes delta y delta plus en el país.

En un video, afirma que las medidas permitirán incrementar las garantías de seguridad sanitaria.

El funcionario, a nombre del Ejecutivo, hace un llamado a mantener los protocolos de bioseguridad, distanciamiento físico, uso correcto de la mascarilla, lavado frecuente de manos, no permanecer en sitios sin ventilación, acudir a los centros de vacunación, así como evitar aglomeraciones, fiestas clandestinas, libar en espacios públicos o privados.

El Gobierno además no ha recibido, hasta las primeras horas de este miércoles, nuevas notificaciones de más casos de la variante delta del coronavirus.

Ni el Instituto de Investigación en Salud Pública (INSPI), ni la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), ni la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), ni la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), que son las entidades con las que trabajan, han hecho nuevas notificaciones de casos de la variante delta, dice Francisco Pérez, subsecretario de Vigilancia Epidemiológica del MSP.

De acuerdo con el Ejecutivo, en Ecuador se han registrado 10 casos de la variante delta y de ellos cinco pacientes fallecieron.

Pérez, en una entrevista radial, ha informado que se ha levantado un cerco epidemiológico a 36 personas; inicialmente eran 26 pero que se continúa la búsqueda de casos en El Oro. (I)