La alerta de productos contaminados con plomo que se comercializan en Ecuador ha causado preocupación en la ciudadanía, y la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) busca ese metal tóxico en 42 alimentos con canela.

Además, de 926 productos con riesgo de contaminación de metales pesados en Ecuador, solo dos ya tienen confirmación de positivo en plomo. Se trata de la premezcla para preparar conos sabor a vainilla de la marca Bakels y la morcilla tipo 1 de la marca Embutidos Oro.

“Los temas de fraude alimentario, a nivel internacional, pueden ocurrir por dos causas”, dijo Daniel Sánchez, director ejecutivo de Arcsa, durante una rueda de prensa en Guayaquil.

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Una es la causa intencional: “Las pueden contaminar con cromato de plomo, que se vende por peso, y los vendedores irresponsables cometen un delito cuando lo incluyen”. Otra de las maneras de contaminación ocurre en el momento del procesamiento del producto, es decir, a través de las maquinarias y molinos.

En Ecuador circulan 926 productos que contienen canela, y la Arcsa ya comunicó de otros productos contaminados: la compota de mango orgánico Wanabana, fabricada por Austrofood S. A. S., y la canela en polvo Los Nogales, de Negasmart S. A.

El Codex alimentarius o Código alimentario es un conjunto de normas que contribuyen a la inocuidad, la calidad y la equidad en el comercio internacional de alimentos, además de brindar disposiciones sobre higiene de los alimentos, aditivos alimentarios, residuos de plaguicidas y de medicamentos veterinarios, contaminantes, etiquetado y presentación, métodos de análisis y muestreo, e inspección y certificación de importaciones y exportaciones.

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Bajo esto se rige Arcsa. De acuerdo con el Codex, hay seis metales contaminantes. Estos son arsénico, cadmio, plomo, mercurio, metilmercurio y estaño.

Estos elementos tóxicos ejercen un impacto perjudicial en humanos, animales y plantas, generando enfermedades y alteraciones en diversos sistemas biológicos.

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1. Arsénico

Arsénico. Foto: Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades.

Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades con sede en Atlanta (Georgia, EE. UU.), el arsénico es un elemento y un mineral que se encuentra distribuido ampliamente en el ambiente, como en alimentos, agua, suelo y aire.

El arsénico persiste en el ambiente y no se deteriora. Afecta a todos los aparatos y sistemas del cuerpo, puesto que interfiere con reacciones enzimáticas de amplia distribución.

Estos son los efectos que detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • Está presente de forma natural a niveles altos en las aguas subterráneas de muchos países.
  • Es muy tóxico en su forma inorgánica.
  • Su mayor amenaza para la salud pública reside en la utilización de agua contaminada para beber, preparar alimentos y regar cultivos alimentarios.
  • La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a enfermedades cardiovasculares y diabetes. La exposición intrauterina y en la primera infancia se ha relacionado con efectos negativos en el desarrollo cognitivo y un aumento de la mortalidad en jóvenes adultos.
  • La intervención más importante en las comunidades afectadas consiste en prevenir una mayor exposición al arsénico mediante la implantación de un sistema inocuo de abastecimiento de agua potable.

El Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA, por sus siglas en inglés) determinó en estudios epidemiológicos que el límite más bajo en la dosis de referencia para un incremento de la incidencia de cáncer pulmonar del 0,5 % (BMDL 0,5) era 3,0 μg/kg pc por día (2-7 μg/kg pc/día, basado en el margen de la exposición alimentaria total estimada), utilizando una serie de hipótesis para calcular la exposición alimentaria total estimada al arsénico inorgánico del agua potable y los alimentos.

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El JECFA señaló que la ingesta semanal tolerable provisional de 15 μg/kg pc (equivalente a 2,1 μg/kg pc/día) se encuentra en el ámbito del BMDL de 0,5 y, por consiguiente, ya no era apropiada.

2. Cadmio

Cadmio. Foto: Tomado de internet.

Es un metal que se encuentra en la corteza terrestre, asociado con minerales de cinc, plomo y cobre. El cadmio puro es un metal blando de color plateado. Y el cloruro de cadmio y el sulfato de cadmio son solubles en agua.

Las principales fuentes de exposición al cadmio son los cereales y los productos a base de cereales, verduras y el pescado y marisco, según el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios.

JECFA menciona que la ingesta de cadmio puede ser preocupante para la salud en zonas en las que la exposición se da durante la edad adulta y menos preocupante en los grupos de edad más jóvenes.

“Para estimar los riesgos a corto o largo plazo para la salud debido a la exposición al cadmio, la ingesta diaria debe evaluarse durante meses y la ingesta tolerable se debe calcular durante un periodo mínimo de un mes”, dice el Codex.

Estos son los efectos:

  • Ingerir alimentos o tomar agua con niveles de cadmio muy altos produce irritación grave del estómago, vómitos y diarrea, y en ciertas ocasiones la muerte.
  • Ingerir niveles de cadmio más bajos durante un periodo prolongado puede producir acumulación de cadmio en los riñones. Si se alcanza un nivel suficientemente alto, se producirá daño del riñón.
  • La exposición a niveles de cadmio más bajos durante un periodo prolongado puede aumentar la fragilidad de los huesos de manera que se pueden quebrar fácilmente.

3. Plomo

Plomo. Foto: Tomado de internet.

Es un metal tóxico presente de forma natural en la corteza terrestre. Su uso generalizado ha dado lugar a una importante contaminación ambiental, a la exposición humana y a graves problemas de salud pública en muchas partes del mundo.

Son importantes fuentes de contaminación ambiental las explotaciones mineras, la metalurgia, las actividades de fabricación y reciclaje, así como el uso del plomo en muy diversos productos. Este metal también se utiliza en más productos, como pigmentos, pinturas, soldaduras, vidrieras, vajillas de cristal, municiones, esmaltes cerámicos, joyas y juguetes.

En la exposición con niños, si el grado de exposición es elevado, el cerebro y el sistema nervioso central pueden sufrir daños graves, pudiendo provocar coma, convulsiones e incluso la muerte.

A continuación, más efectos:

  • El plomo es una sustancia tóxica que va acumulándose en el organismo y afectando a diversos sistemas. Es especialmente nocivo para los niños de corta edad.
  • El plomo se distribuye por el organismo hasta alcanzar el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos. Se deposita en dientes y huesos, donde se va acumulando con el paso del tiempo. La exposición humana se suele evaluar midiendo la concentración de plomo en sangre.
  • El plomo presente en los huesos pasa a la sangre durante el embarazo y se convierte en una fuente de exposición para el feto a lo largo de su desarrollo.

4. Mercurio

Mercurio. Foto: Tomado de internet.

La OMS indica que el mercurio es tóxico para la salud humana y está en diversas formas: elemental (o metálico), inorgánico (por ejemplo, cloruro mercúrico) y orgánico (metilmercurio y etilmercurio). Cada uno con diferentes efectos tóxicos, incluidos en los sistemas nervioso, digestivo y inmunitarios, y en los pulmones, los riñones, la piel y ojos.

El mercurio liberado en el ambiente proviene principalmente de la actividad humana, como en la quema de carbón, sistemas de calefacción residenciales, los incineradores de desechos y como resultado de minería primaria de mercurio, oro y otros metales. Una vez en el ambiente, el mercurio elemental se transforma naturalmente en el metilmercurio, que se bioacumula en peces, moluscos y crustáceos.

Los síntomas de exposiciones prolongadas incluyen:

  • Temblores.
  • Cambios emocionales (como cambios de humor, irritación, nerviosismo, timidez excesiva).
  • Insomnio.
  • Cambios neuromusculares (como debilidad, atrofia muscular, espasmos).
  • Jaquecas.
  • Perturbaciones en las sensaciones.
  • Cambios en las respuestas nerviosas.
  • Desempeño pobre en evaluaciones de función mental.

Los síntomas de las altas exposiciones al mercurio inorgánico incluyen:

  • Erupciones en la piel y dermatitis.
  • Cambios de humor.
  • Pérdida de memoria.
  • Trastornos mentales.
  • Debilidad muscular.

5. Metilmercurio

Metilmercurio. Foto: Tomado de Metilmercurio.

El metilmercurio es un compuesto neurotóxico asimilable por el cuerpo humano. Se fija en ciertos organos internos, como el hígado y los riñones, aunque su acumulación más severa es en el sistema nervioso.

Entre las fuentes más preocupantes de metilmercurio se encuentra el pescado que entra en la cadena alimentaria sin controles por parte de las autoridades sanitarias.

Los posibles síntomas son:

  • Pérdida de la visión periférica.
  • Sensaciones de cosquilleo, por lo general, en las manos, pies y alrededor de la boca.
  • Falta de coordinación de movimientos.
  • Disfunción del habla, audición y capacidad de caminar.
  • Debilidad muscular.

6. Estaño

Estaño. Foto: tomada de internet.

El estaño es un elemento natural en la corteza terrestre. Es un metal blando, blanco-plateado, que no se disuelve en agua.

Se encuentra en latón, bronce, peltre y en algunos materiales para soldar. De hecho, el estaño metálico se usa para revestir latas de alimentos, bebidas y aerosoles.

La exposición al estaño puede ocurrir al consumir alimentos o tomar bebidas de latas revestidas con este metal; al respirar aire o tocar polvo que lo contiene o al comer mariscos de aguas costeras o a través de contacto con productos domésticos que tienen esos compuestos.

Efectos en la salud:

  • La ingestión de grandes cantidades de compuestos inorgánicos de estaño puede producir dolores de estómago, anemia, y alteraciones del hígado y los riñones.
  • Respirar o tragar ciertos compuestos orgánicos de estaño (por ejemplo, trimetilestaño y trietilestaño) puede interferir con el funcionamiento del sistema nervioso y el cerebro.
  • El contacto de la piel o los ojos con compuestos inorgánicos u orgánicos de estaño puede producir irritación de la piel y los ojos.
  • En casos graves, puede causar la muerte.

Otros compuestos orgánicos de estaño, por ejemplo, dibutilestaño y tributilestaño, afectan el sistema inmunitario en animales, pero esto no se ha evaluado en seres humanos. Algunos estudios en animales también han demostrado que estos compuestos afectan la reproducción, indicó la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades. (I)

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