China planea construir una base en el polo sur de la Luna que funcionará con energía nuclear. Los responsables del proyecto afirman que este suministro energético permitirá satisfacer las ‘demandas de potencia y de energía a largo plazo’ de la futura base espacial.

No se conocen datos concretos del proyecto, pero según informes anteriores facilitados por los expertos de la agencia espacial, el sistema sería capaz de generar en un año hasta 1MW de energía.

La energía nuclear aportará la potencia suficiente para garantizar el perfecto funcionamiento de toda la base lunar. La infraestructura espacial, cuya construcción se espera se produzca en 2028, constará de un módulo de aterrizaje, un módulo de despegue y un ‘rover’ o vehículo explorador, previsiblemente mucho más grande de los que los vehículos exploradores alimentados con energía solar.

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El principal objetivo del programa espacial de Beijing es la Luna. Desde el lanzamiento en 2007 de la primera sonda espacial Chang’E, el país asiático ha lanzado con éxito nuevas etapas de esta misión espacial, ha aterrizado en el satélite dos robots exploradores y ha devuelto a la Tierra 1.731 gramos de material lunar. Ahora, se espera que las próximas sondas espaciales, cuyo lanzamiento está previsto para finales de esta década, sirvan para asentar las bases de la futura estación espacial, que servirá de puente entre nuestro planeta y nuestro satélite.

El país ha declarado que quiere que sus astronautas permanezcan en la luna durante largos períodos una vez que establezca una estación de investigación lunar.

En esta nueva infraestructura espacial tendrá un papel fundamental la energía nuclear. Según informan desde la agencia espacial china, el aporte continuo de energía permitirá el funcionamiento de algunas de las piezas con mayor demanda energética de la misión. El aporte de energía podría servir de apoyo no solo para comunicaciones con la Tierra, sino futuras misiones en Marte y otros sitios en el espacio exterior.

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Hasta ahora la energía solar ha sido la gran aliada de las misiones espaciales. Sin embargo, esta energía no permite abastecer misiones mucho más lejanas, por lo que la energía nuclear podría ser una nueva opción. (I)