La justicia argentina determinó el jueves que los atentados a la embajada de Israel en 1992 y a la mutual israelita AMIA en 1994, que provocaron un centenar de muertes, fueron ordenados por Irán, en un fallo considerado “histórico” por la comunidad judía, informó la prensa.

El texto, a cargo de la Cámara de Casación Penal Federal II, también señaló al movimiento chiita Hezbollá como el perpetrador, declaró a Irán como un “Estado terrorista” y calificó el atentado a la AMIA como un “crimen de lesa humanidad”, según el documento citado por la prensa.

Hezbolá ejecutó una operación que respondía a un designio político, ideológico, revolucionario y bajo el mandato de un gobierno, de un Estado”, señaló a Radio Con Vos, refiriéndose a Irán, el juez Carlos Mahiques, uno de los tres magistrados firmantes.

Publicidad

El fallo “es histórico, único en Argentina, no solamente se lo debían a la Argentina: se lo debían a las víctimas”, dijo Jorge Knoblovitz, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, al canal LN+.

Además, “abre la posibilidad de una demanda a la Corte Penal Internacional porque se estableció claramente que el Estado de Irán es un estado terrorista”, agregó.

EE. UU. está ‘muy preocupado’ por presencia de Hezbolá en América Latina, indica funcionario del Departamento de Estado

Estados Unidos obtiene apoyo de América Latina para acciones contra Hezbolá

Fallo paralelo

La decisión de los jueces Mahiques, Ángela Ledesma y Diego Barroetaveña se produjo en el marco de un fallo paralelo, también este jueves, que revisa el caso de las irregularidades cometidas durante la investigación.

Publicidad

En él se ratifica la absolución de Carlos Telleldín, el primer detenido por el atentado a la AMIA, así como las condenas por las irregularidades en la investigación y se reducen algunas penas, entre ellas la del exjuez Juan José Galeano, el primero que manejó la causa, que bajó de seis a cuatro años.

Este fallo paralelo, de 711 páginas, examina el contexto geopolítico de ambos atentados y determina que su motivación, aunque no la única, respondió a la política exterior del entonces presidente Carlos Menem (1989-1999).

Publicidad

“Se originó principalmente a la decisión unilateral del gobierno, motivado en un cambio de la política exterior de nuestro país operado entre fines de 1991 y mediados de 1992, de cancelar tres contratos de provisión de material y de tecnología nuclear acordados con Irán”, indica el texto consultado por AFP.

El país sufrió dos graves atentados, ambos en Buenos Aires. El primero, en 1992 contra la sede de la embajada de Israel, causó 29 muertos, y el segundo, en 1994 contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el peor de la historia de este país, dejó otros 85 muertos.

En 2006, fiscales argentinos acusaron al grupo proiraní Hezbolá de llevar a cabo el atentado contra la AMIA y a funcionarios iraníes de ordenarlo, lo que Teherán niega. No hay detenidos por este caso, que sigue sin resolverse, y hasta ahora no se habían esclarecido los motivos del atentado. Irán niega toda implicación.

La investigación judicial sostiene que los principales sospechosos del ataque integraban el gobierno iraní de aquel momento, entre ellos el expresidente iraní Ali Rafsanjani. Pero el caso quedó envuelto en denuncias por desvío de pistas, condenas por encubrimiento y procesos anulados.

Publicidad

Un juicio sobre el atentado a la AMIA finalizó en 2019 con penas leves para funcionarios judiciales y del gobierno del expresidente Carlos Menem (1989-99), declarados culpables de “encubrimiento” del ataque, pero sin determinar la razón del ocultamiento de pruebas ni la desviación de las investigaciones cometidas por los encubridores.

Con unas 300.000 personas, la comunidad judía de Argentina es la más numerosa de América Latina. (I)