La defensa antiaérea de Rusia derribó este miércoles dos drones que se dirigían al Kremlin, con la supuesta intención de atentar contra la vida del presidente Vladimir Putin. Rusia le atribuye el ataque a Ucrania, cuya presidencia negó cualquier implicación.

“Dos drones dirigidos al Kremlin” fueron desactivados “gracias a la utilización de sistemas de radar”, comunicaron los voceros rusos según la agencia Tass. “Vemos estas acciones como un intento de acto terrorista planificado y un atentado contra la vida del presidente”, añadieron.

Como medida de seguridad, el Kremlin prohibió el uso de drones en su capital, Moscú. “La decisión fue tomada para evitar el uso no autorizado de vehículos aéreos no tripulados, lo que obstaculizaría el trabajo de los servicios de seguridad”, explicó Serguéi Sobinian, el alcalde de Moscú, en Telegram.

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Un letrero de "Zona prohibida para drones" se encuentra justo al lado del Kremlin en el centro de Moscú. Foto: NATALIA KOLESNIKOVA / AFP

Mientras tanto, el consejero presidencial de Ucrania, Mijailo Podoliak, aseguró que “Ucrania no tiene nada que ver con los ataques con drones contra el Kremlin”.

“Esas informaciones presentadas por Rusia tienen que ser consideradas únicamente como un intento para preparar un contexto” que pueda servir de excusa “a un ataque terrorista a gran escala en Ucrania”, dijo Podoliak.

Un ataque contra el Kremlin “incitaría a Rusia a acciones todavía más radicales contra nuestra población civil”, agregó el consejero del presidente Volodimir Zelenski. (I)