En los dos años del gobierno de Guillermo Lasso, el vicepresidente Alfredo Borrero ha tenido escaso protagonismo en la esfera política. No obstante, su figura cobró relevancia en los últimos meses al estar en la posibilidad de convertirse inesperadamente en presidente de la República, si la Asamblea Nacional concluía el juicio político contra Lasso y lo destituía del cargo.

La Constitución, en el artículo 146, establece que en caso de ausencia temporal en la Presidencia de la República, al presidente lo reemplazará el vicepresidente. Se considerará ausencia temporal la enfermedad u otra circunstancia de fuerza mayor que impida al Ejecutivo ejercer su función durante un periodo máximo de tres meses, o la licencia concedida por la Asamblea Nacional.

Por su carrera como médico y su personalidad, Alfredo Borrero no es, ni ha sido, un actor influente en el acontecer político. En el actual régimen ha quedado relegado en un segundo plano, lo cual también responde a las funciones delegadas por el Ejecutivo, opinaron analistas consultados por este Diario.

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La Constitución dispone que el vicepresidente, cuando no reemplace al presidente, ejercerá las funciones que este le asigne.

La relación entre el jefe de Estado y su binomio ha estado rodeada de constantes rumores, especulaciones de distanciamientos, tensiones o conflictos internos, que ellos han descartado con vehemencia en cada ocasión.

Las suspicacias se despiertan por eventos públicos o anuncios de envergadura para el Gobierno, donde el vicepresidente no ha destacado o no ha estado presente. Así ocurrió el 17 de mayo, cuando Lasso anunció en cadena nacional la muerte cruzada y con él no estuvo Borrero, pero sí otros funcionarios.

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Aparecieron juntos minutos después, en fotografías publicadas en las redes sociales de las dos autoridades, donde se los observa compartiendo en diferentes espacios del Palacio de Carondelet.

También en el discurso del Informe a la Nación, el 24 de mayo, el presidente agradeció al segundo mandatario “por su inquebrantable respaldo en estos últimos meses de amenazas y presiones”. “Nadie se atrevió jamás a cuestionar tu lealtad, querido Alfredo”, aclaró Guillermo Lasso; el auditorio respondió con aplausos mientras Borrero, quien ha jurado lealtad, se puso de pie para recibir la ovación.

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Para Jorge Tapia, especialista en política pública, la relación entre el presidente y el vicepresidente “es muy fría”. “Se lo ha ‘banqueado’ al vicepresidente. Se le ha hecho a un costado y se le ha dicho que tiene que ocuparse de su mandato y deje las funciones políticas a otros”, reflexionó.

El catedrático de Ciencia Política Santiago Basabe agregó que el vicepresidente tiene las funciones que le asigna el presidente de la República, según la Constitución. “Su desempeño depende del encargo que tenga del jefe de Estado. Si le da un rol secundario, no se puede esperar más”, dijo Basabe.

Caroline Ávila Nieto, doctora en Ciencias de la Comunicación, agregó que Borrero tampoco ha sido protagonista en el manejo del área de la salud, a pesar de ser la máxima autoridad al frente de este sector. “Por más que las líneas de salud están asignadas al vicepresidente, siguen siendo roles secundarios los que él tiene”, señaló Ávila.

El vicepresidente Alfredo Borrero durante la ceremonia de conmemoración de la Batalla de Tarqui, el 26 de febrero de 2023. Foto: cortesía Vicepresidencia. Foto: JUAN DIEGO MONTENEGRO

A través del Decreto Ejecutivo 7, suscrito el 24 de mayo de 2021, el presidente Guillermo Lasso encargó al vicepresidente la coordinación de las políticas públicas necesarias para el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud, en conjunto con el Ministerio de Salud y la Secretaría Nacional de Planificación. Y se le encomendó representar al Estado ante organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Organismo Andino de Salud (OAS) y otras similares.

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Borrero preside el Gabinete Sectorial de la Salud, ha impulsado el programa de vacunación contra el COVID-19 y ahora lidera la campaña de vacunación contra la poliomielitis, sarampión y rubeola.

En la vacunación contra el coronavirus, por ejemplo, las autoridades más relevantes, y que tuvieron mayor vocería, fueron la exministra de Salud Ximena Garzón y el presidente Lasso, haciendo que el vicepresidente tuviera un rol menor con menos presencia, refirió Caroline Ávila.

El 19 de mayo, dos días después de la activación de la muerte cruzada, el segundo mandatario dio su informe de rendición de cuentas del año 2022. Empezó su discurso reiterando su respaldo a las decisiones del jefe de Estado.

Destacó logros de su gestión, dijo que se están comprando ambulancias bien equipadas en todas las instituciones. Adelantó que la segunda semana de junio se inaugurará el hospital de Pedernales. Que se aprobó el Plan Decenal de Salud 2022-2031. Que el Gabinete Sectorial de Salud se reunió 16 veces entre julio a diciembre y se llegaron a 314 acuerdos, de los cuales el 83 % se ha cumplido.

El vicepresidente Alfredo Borrero expuso los logros de su gestión durante la rendición de cuenta de 2022. Foto: cortesía Vicepresidente.

Dijo que gracias a la coordinación de la Red Pública Integral de Salud en 2022 aumentó el abastecimiento de fármacos e insumos a niveles superiores al 70 %. Y además resaltó avances para la entrega de los hospitales Enrique Ortega, en Durán; Rodríguez Zambrano, en Manta; Miguel Hilario Alcívar, en Bahía de Caráquez.

Borrero reconoció que existen inconvenientes, pero aseguró que las cosas “van por buen camino”. Afirmó que en el corto tiempo que le queda al Gobierno se va a “mejorar ostensiblemente la compra de medicamentos”.

“No solamente van a tener los medicamentos que ahora se entregan, los medicamentos de alto costo para enfermedades complejas, sino que también van a tener la medicina básica. Por lo tanto, confíen en nosotros, que lo vamos a hacer. Y lo vamos a hacer sin ningún tipo de negociado”, ofreció el vicepresidente.

Abastecer completamente a los establecimientos de salud ha sido una de las promesas inconclusas del régimen. Hasta ahora los reclamos de varios sectores no terminan porque las condiciones no mejoran en su totalidad. Familiares de los pacientes han denunciado que en muchos casos se han visto en la obligación de comprar por su cuenta la medicina o insumos que se requieren, porque no disponen en los hospitales públicos.

Según Tapia, el mandato de Borrero “deja mucho que desear”. “Parece que el plan de vacunación fue todo lo que tenía que hacer... y salir a foros a representar al país”, opinó.

“Es una gestión que pudo ser bastante mejor”, señaló Basabe, al tiempo de mencionar que al no ser un actor político “no había el espacio ni expectativas mayores para pensar en el vicepresidente como alguien que pueda articular en términos políticos porque su responsabilidad y destrezas no están en esa área”.

Este Diario ha solicitado una entrevista con el vicepresidente, desde febrero, para hablar sobre su gestión y la coyuntura política; pero hasta el momento no se ha concedido un espacio. (I)