El binomio Bolívar Armijos y Linda Diana Romero, este 8 de junio, aceptó su eventual postulación a la Presidencia de la República por el movimiento Acción Movilizadora Independiente Generando Oportunidades (Amigo), lista 16.

Con el binomio Armijos-Romero son dos los aspirantes presidenciales que formalizaron ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) la solicitud para ser candidatos en las próximas elecciones. Primero lo hizo el binomio Daniel Noboa-Verónica Abad, de la Alianza ADN2023, conformada por el movimiento Pueblo, Igualdad, Democracia (PID), lista 4, y Movimiento Verde, Ético, Revolucionario y Democrático (Mover), lista 35.

El binomio Noboa-Abad es el primero en inscribirse formalmente y este 8 de junio a las 23:59 vence el plazo para que las organizaciones políticas habilitadas para participar en la próxima contienda objeten su postulación.

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Promesa

Bolívar Armijos, tras aceptar su postulación ante las autoridades del CNE, señaló que tiene 20 años trabajando por los campesinos de la patria en el Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (Conagopare), con los 823 presidentes y vocales, y ejecutando miles de obras con los líderes del sector rural.

Indicó que llegó el momento de los campesinos de la patria y de que un hijo del pueblo preparado, con experiencia y capacidad, lidere la Presidencia de la República para llevar paz, educación y salud a los que les han negado durante tanto tiempo.

Este binomio va a la Presidencia de la República con la convicción y la certeza de que está preparado para resolver los problemas de los ecuatorianos, dijo. Y que esta candidatura se ubica en la izquierda, pero sin extremismo, pues persigue el bien común y ofrece un gobierno para todos.

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La aspirante Linda Romero comentó que es momento de demostrar que las mujeres no solo están por cumplir la paridad de género, sino que demostrar con trabajo en la transformación de la sociedad, y para ello, promete trabajar en la erradicación de los femicidios y la violencia intrafamiliar. Que su objetivo es impulsar una ley de seguridad emocional en el Ecuador. (I)