La Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) ha realizado fuertes acusaciones sobre el manejo de partidos políticos en Ecuador. Entre sus observaciones está la proliferación de “membretes electorales” que “alquilan” sus casilleros. Por esta razón impulsan una nueva reforma a las normativas vigentes para las futuras elecciones, contó su coordinador, Germán Rodas, a EL UNIVERSO.
La Comisión Anticorrupción ha informado que plantearán reformas al Código de la Democracia. ¿De qué se trata esta iniciativa?
Nos preocupa lo que está ocurriendo con los partidos políticos en los últimos doce años. En cada elección aparecen nombres de nuevos movimientos que no se conocen quiénes son ni cuáles son sus ideologías. Lo que hacen es fingir que tienen democracias internas, pero eso no existe. Por eso de un día al otro cambian de candidaturas y son muy permeables a recibir recursos económicos de dudosa procedencia. También tienen candidatos que buscan evadir a la justicia con la inmunidad electoral que se convierte en impunidad. Por eso, nuestro trabajo es plantear reformas al Código de la Democracia que eviten estos escenarios.
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¿Y cómo lo harán?
La Comisión Nacional Anticorrupción lo que ha hecho es ir constituyendo a un equipo de técnicos electorales, abogados y gente que sabe del tema para que tengan el tiempo suficiente de formular reformas del Código de la Democracia, que serán presentadas a la nueva Asamblea Nacional que se instalará el próximo año.
Específicamente, ¿qué cambios quieren hacer para evitar estas anomalías que han encontrado?
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Lo que buscamos es que estos partidos tengan una ideología instaurada, una estructura organizativa, objetivos políticos electorales, plan de gobierno, definiciones sobre la economía nacional y comprensión de la realidad internacional. Ahora, todos estos elementos están absolutamente intocados en el país por parte de estas estructuras, que además aparecen cada cierto tiempo para estar en campaña electoral.
Pero una parte de esos aspectos ya es controlada por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
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El Consejo Nacional Electoral, en los últimos años, ha sido dirigido por la señora Diana Atamaint, que ha sido obsecuente al poder de turno. Ha dejado dudas respecto de su transparencia como Función Electoral y no ha aplicado la ley de tal manera, que aquí ha habido precampaña electoral permanente y, de hecho, ya en este momento hay una precampaña electoral y nadie dice nada.
¿Se refiere a la propaganda adelantada del Gobierno?
Se monta campaña en espacios de la propia estructura de la función pública y no me refiero solo al Gobierno, también a las alcaldías y gobernaciones. No ha habido nunca el control, es letra muerta. Esta gente lo único que ha hecho es contar votos y encima contarlos mal.
¿En su propuesta de reformas va a incluir a más sectores?
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Hay que consultar, hay que buscar opiniones. Es un proceso que nos va a llevar seguramente hasta finales del año y quizás hasta los primeros dos meses del próximo año. Hay que reformar el Código de la Democracia para evitar la farándula política electoral, para que no existan partidos de alquiler y para que en el país se debatan tesis doctrinarias, tesis económicas, tesis de la construcción de un país.
¿Y eso no hay?
No tienen escrito nada, tienen una serie de páginas copiadas del internet de cualquier sector o de cualquier lugar común, nada más.
¿Estas reformas, de ser aceptadas, entrarían en vigencia para las próximas elecciones seccionales?
Claro, queremos presentar a la nueva Asamblea porque habría que trabajar para evitar que eso ocurra en la siguiente elección. De lo contrario, como hay un candado electoral en tiempos, nos quedamos otra vez a mirar impasible la farándula y no la vida democrática del país. Este es un país que no ejerce la democracia electoral de manera adecuada, lo que ejerce son elecciones y las elecciones no son sinónimo de democracia.
En los últimos años hemos tenido elecciones muy seguido. ¿Eso complica los procesos de reformar las normativas?
Sí, pero si no empezamos ahora, cuándo lo vamos hacer. Hay que empezar por algo y nosotros ya iniciamos. (I)
