La fuga de María de los Ángeles Duarte, exministra del correísmo, por no recibir un salvoconducto para viajar a Buenos Aires causó un impase diplomático entre Ecuador y Argentina, que provocó hasta la expulsión de sus embajadores, intercambio de misivas con cuestionamientos entre mandatarios y trastocó una relación que se fortaleció hace casi dieciséis años bajo el paraguas de la ideología del cuestionado socialismo del siglo XXI.