El legislador socialcristiano Luis Almeida Morán acusa a dos excoidearios que ahora son funcionarios de Gobierno de comprar conciencias para salvar al presidente Guillermo Lasso de la censura y destitución en el juicio político en su contra: el ministro de Gobierno, Henry Cucalón, y el embajador en Qatar, Pascual del Cioppo. Y también a otros dos colegas asambleístas: Fernando Villavicencio y Ricardo Vanegas. No tiene pruebas, pero tampoco dudas. De todos modos, afirma que el PSC seguirá apoyando la interpelación porque está junto al pueblo y que el Gobierno ya está caído.

Usted ha denunciado que hay “hombres del maletín” queriendo comprar votos para salvar al presidente de la censura y destitución. Diga los nombres.

En democracia existen los juicios políticos que son para efectuar un control político de los funcionarios públicos. Algunos dicen que es correcto que los gobiernos se defiendan con uñas y dientes, pero lo correcto es mejorar. Qué sacamos teniendo un gobierno que no gobierna. Es malo, bajo todo punto de vista que se recurra a esas viejas prácticas del toma y daca, de la compra de conciencias o del viraje de la conciencia de algo, o disminuir los bloques. Muy distinto es cuando alguien actúa desde el punto de vista de la conciencia. Me dirán que tienen derecho a defenderse, pero no desde el punto de vista moral.

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Pero dígame los nombres.

En el caso del PSC intentan bajar de uno a tres y eso no me parece correcto.

Pero dígame quiénes son esos que quieren bajar legisladores.

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Hay acusaciones concretas contra el ministro de Gobierno, Henry Cucalón; contra el licenciado (Pascual) Del Cioppo (embajador en Qatar); el mismo (Fernando) Villavicencio y Ricardo Vanegas dizque se han reunido con diez legisladores y les han dicho que van a manejar Petroecuador. Me parece que eso es inmoral. Por otro lado, el Gobierno está haciendo otras gestiones. Y bueno, alguien me dirá por qué es diferente cuando se llega a un acuerdo con el bloque y cuando es personal. Nosotros, en el PSC, hemos discutido por qué debemos apoyar el sentimiento del pueblo que dice ‘tenemos que sacar al presidente porque no está funcionando’, cuando solo privilegia el cobro de impuestos, no hay circulante en el país solo para pagar deuda externa.

¿Quiere decir que el legislador de Esmeraldas Javier Ortiz, que anunció su salida del PSC, ya fue comprado?

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Ahí hay unas cuestiones sospechosas, algunos compañeros están investigando que Petroecuador ha hecho unas inversiones grandes en Esmeraldas. El PSC le pidió que firme una resolución de apoyo al juicio político y no lo hizo, habrá que preguntarle a él por qué.

¿Y a usted no lo han tentado?

No, porque yo no me dejo tentar. Prefiero estar del lado del pueblo porque en definitiva para eso me eligió, no para arreglar, transar, hacerme nuevo rico, con millones de dólares no en mis cuentas, sino en las maletas.

¿Usted tiene pruebas de que estas personas están comprando votos?

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Nadie roba con escrituras. El tema son las consecuencias, nos intentan bajar tres legisladores, y nadie se va gratis, solo cuando son asuntos de conciencia.

¿Y que otros legisladores se irían, aparte de Ortiz?

No puedo decir quiénes son exactamente, tenemos sospechas. Ahora no solo es con nosotros, hay virajes en otros partidos, como esas diez personas a las que les han ofrecido el control de Petroecuador, son ciertos independientes, algunos de la ID que están sueltos por ahí.

Cucalón y Del Cioppo fueron socialcristianos. ¿Quiere decir que la práctica de comprar votos es de la escuela del PSC?

No, no es de ninguna escuela. Este señor Cucalón es nuevo, solo se mira él, creo que tiene sangre de chinche. Ellos no estuvieron en el gobierno de León Febres-Cordero.

Del Cioppo sí.

Estuvo en la Gobernación, era muchachito en ese entonces, él no manejaba cuentas reservadas. No es a quién mandan, sino a quién sirven.

También lo menciona a Villavicencio. ¿Le tiene pica porque le dijo guacharnaco?

No, de ninguna forma. Si yo mismo me bauticé así. ¿Quién es el guacharnaco? El hombre sencillo, humilde, guacharrico, sin padre ni madre, soy campesino, reconozco mis raíces. No soy ‘fifirisnais’, aspirante a pelucón.

Le pregunto si tiene pruebas de lo que denuncia porque hace unos meses usted aseguró que Aparicio Caicedo, exconsejero de Lasso, estuvo detrás de la venta de gasolineras de Petroecuador, cuando ese negocio se había dado en el gobierno de Rafael Correa.

Lo que no precisó es cuándo se empezaron a vender las gasolineras. En el actual gobierno se continuaron vendiendo las gasolineras, no es que lo que dije no es verdad, es verdad. Y me ratifico: él festejó en una discoteca importante de Quito los $ 5 millones que se ganó. No he entregado este tema a la justicia aún porque me faltan unos documentos.

El PSC ha participado activamente en el derrocamiento de tres presidentes y ahora impulsa la salida de un cuarto. ¿Son golpistas?

No, de ninguna manera. No buscamos derrocar al presidente, él ya está caído por su inoperancia. El partido le dio una oportunidad más, recuerde que el año pasado hubo una intentona de destitución con base en el artículo 130, numeral 2, y dijimos que no, pese a mi oposición, porque yo sí dije que él no iba a cambiar. Su arrogancia, su intolerancia y su yoísmo no permiten que sirva al país; él debió entender que es el primer empleado del Ecuador y no el patrón. El PSC está en este juicio porque escucha al pueblo. ¿Por qué el PSC estuvo en otros casos? Porque eran otros momentos políticos, no había una Constitución precisa, ahora sí, que clarifica el procedimiento de juicio político.

El juicio se ha planteado con la causal de peculado en el manejo del transporte de combustible. Ya en las primeras comparecencias, funcionarios de la Contraloría han dicho que no hay tal. ¿El proceso tiene sustento?

La Contraloría no determina si hay o no peculado, eso lo echó abajo la Corte de Justicia hace algunos años. Cualquier ciudadano puede denunciar peculado y la Fiscalía debe investigar, eso es otra materia. El artículo 129 de la Constitución habla de dos causales de juicio político, en la segunda está el peculado, y esa fue la que calificó la Corte Constitucional, pero no es que dicen que es lo único que puede hacerse.

Pero la causal está clara, peculado, no se trata de otra cosa.

El juicio político es general, no es jurisdiccional, no vamos a sentenciarlo.

Claro, la Asamblea no sentencia, pero debe circunscribirse a la causal aprobada por la Corte.

El peculado es la causal aprobada, más lo que en el pleno incluyan los legisladores. El máximo organismo de interpelación es el pleno del Legislativo; yo voy a incluir, por ejemplo, una investigación de los bonos Brady, y el presidente me va a tener que contestar cuál tramo de esa deuda la compró él. El contralor aceptó una pérdida de $ 6 millones por ese contrato de Flopec.

Desde el Ejecutivo se ha hablado de la muerte cruzada si existen los votos para censurarlo, ¿qué opina de esa figura?

Es antidemocrático, es una gran cobardía si lo hace. Quiere decir que si me están botando, yo los boto primero, es como lo que sucedió en Perú, al revés. En pleno juicio político, llegar a esa inmoralidad sería catastrófico para el presidente. Lo digno sería renunciar. Cuando a alguien no lo quieren en un sitio no tiene que aferrarse.

Se acerca la renovación de las autoridades de la Asamblea Nacional. ¿A usted le interesa ser presidente del Legislativo?

Es la última vez que puedo ser legislador, malo que la Constitución solo contemple dos oportunidades. En adelante tendremos pésimos legisladores porque la experiencia se la hace en el fragor de la lucha, en el compromiso con la gente, con las causas nacionales. No me disgustaría ser presidente de la Asamblea y si el partido me da la oportunidad, espero que me apoyen, tengo una buena relación con todos los legisladores. Y yo haría cambios profundos en la Legislatura de ser necesario.

¿Cuáles?

Darle más oportunidad a los legisladores para que sean verdaderos representantes de las provincias, para que el poder público entienda y solucione los problemas. Antes los legisladores podíamos hacer hasta cambios en el presupuesto, y las cosas eran distintas. Además, el Parlamento no compra ni vende nada, no tiene un centavo para nada, pero los gobiernos siempre dicen que tenemos la culpa de todo.

Pero eso implicaría una reforma legal que permita a los legisladores intervenir en temas locales.

También de voluntad propia. Siendo presidente del Parlamento se podría decidir que un día a la semana los legisladores escuchen a la gente y den soluciones a sus problemas. Yo recuerdo cuando fui alterno de Ángel Duarte todos los martes, de 11 de la mañana a las 3 de la tarde, los diputados escuchaban los reclamos de la gente y a la siguiente semana se recibía a los funcionarios en las comisiones con los problemas corregidos. Luego construir buenas leyes, conectadas con el pueblo.

¿No cree que esos espacios de “gestión” de los legisladores puedan también generar corrupción y hasta ese canje de votos que usted tanto critica?

Sí, puede estar sujeto a la corrupción, pero es que el legislador es el representante de la provincia ante los ministerios. A mí me van a buscar a veces personas para que les ayude con una carretera, lo que hago es que recibo sus reclamos y corro traslado al Ministerio. Le digo que hay que ser honesto, ahora todo se sabe, en las provincias la gente se da cuenta cuando un diputado tiene nuevos carros, haciendas...

¿Usted va a plantearle entonces su candidatura al bloque?

Usted me preguntó y le he dicho que estoy dispuesto a servir al país donde sea necesario; si me desean considerar, que me consideren. Hay muchos compañeros del partido y de otros bloques que plantean que yo vaya por mi experiencia. Al menos, creo saber un poquito más que otros.

Hay dos precandidatos: Virgilio Saquicela y Marcela Holguín, ¿qué dice de ellos?

No puedo hablar mal de ellos, cada cual hace lo que puede según su experiencia, yo le digo lo que puedo hacer. (I)