54 menores de edad viven con sus madres en centros de privación de libertad

Al cumplirse cuatro semanas del desarrollo del censo penitenciario, la Secretaría Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) dio a conocer que hasta el 12 de septiembre se levantó información de 18 centros de privación de libertad, con un total de 8.820 internos censados, de los cuales 8.350 son hombres y 470 son mujeres.

La directora de Diagnóstico y Desarrollo Integral del SNAI, Ana María Coronel, explicó que el censo se ha ejecutado sin alteraciones de seguridad. Las personas privadas de la libertad (PPL) han entregado información de manera voluntaria, indicó al funcionaria.

Por otro lado, Coronel explicó que actualmente a escala nacional existen 54 menores de edad que viven con sus madres dentro de las prisiones. La población carcelaria más concentrada de mujeres con hijos está en el Centro de Privación de Libertad de Pichincha N.° 3; este lugar fue censado la semana pasada.

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La directora aclaró que los menores de edad no son tomados en cuenta dentro del censo penitenciario, puesto que no son parte del sistema nacional de rehabilitación social. Ellos no están privados de su libertad, precisó.

El censo penitenciario arrancó el 22 de agosto y se prevé terminarlo a finales de noviembre en Guayaquil, donde existen más reclusos. Con apoyo de la Policía Nacional y del Ejército, los encuestadores del SNAI y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) recopilarán información de las 36 cárceles del país.

Coronel destacó que entre los objetivos del proceso están conocer cuántas personas están recluidas en la actualidad, cuáles son sus condiciones de vida y cuáles son sus necesidades para mejorar su proceso de rehabilitación. Los datos obtenidos servirán de insumo para la elaboración de políticas públicas.

Los 18 centros de hombres y mujeres que han sido censados hasta el momento pertenecen a las provincias de Carchi, Loja, Imbabura, El Oro, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Azuay, Cañar, Esmeraldas, Morona Santiago, Pastaza y Napo, según el SNAI.

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Uno de los problemas que se han evidenciado en el censo es que varias PPL no han actualizado su cédula de identidad, no tienen el documento o, en algunos casos, poseen más de un número de cédula. “Esta es una práctica que se la ha venido viendo desde hace mucho tiempo, pero este censo nos va a permitir determinar realmente qué números de cédula solían usar y cuál es con el que la persona se identifica en ese momento”, detalló Ana Coronel.

Ante esta situación, se trabajará posteriormente con el Registro Civil, con el fin de que los reclusos puedan actualizar, renovar o sacar una nueva cédula, según sea el caso. “Este es uno de los objetivos también del censo: que se determine la identidad de las personas”, precisó la funcionaria del SNAI. (I)