Una de las más recientes desapariciones en conocerse a través de medios oficiales fue la de una adolescente de 16 años en Mucho Lote 1, norte de Guayaquil. La menor fue captada por las cámaras de seguridad de la garita de la urbanización el 19 de mayo y desde entonces sus familiares desconocen su paradero.

Los dispositivos captaron el momento en el que la adolescente salió del sitio alrededor de las 22:30. Poco tiempo después, en la madrugada del 20 de mayo, el padre de la chica denunció la desaparición, luego de buscarla por el sector aledaño a Mucho Lote 1. Hasta la tarde de este domingo 26 la familia desconocía dónde podría estar la menor.

Publicidad

Familiares buscan a adolescente que desapareció en Mucho Lote 1

Los casos de desapariciones a escala nacional cada vez son más frecuentes. Según cifras del Ministerio del Interior, entre enero y abril de este año 2.298 personas fueron reportadas como desaparecidas y de esa cifra fueron localizadas 1.839, lo que equivale a un 80 %.

En 107 casos los desaparecidos fueron hallados fallecidos y aún las autoridades siguen sin encontrar a 352 personas.

Las estadísticas preocupan a gremios como la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en el Ecuador (Asfadec). Durante todo el 2023 se reportaron 7.572 desaparecidos, es decir, en cuatro meses de este año hubo el 30 % del total de casos del periodo anterior.

De los desaparecidos el año anterior, a 6.842 personas las localizaron (90 %) y 730 casos se mantienen en investigación.

Publicidad

”Suponiendo que usted tenga a su hermano que se fue a la universidad y él sale a las 19:00 y llega a su casa a las 19:30 o 20:00. No llegó a las 20:00, no llegó a las 20:05, no llegó a las 20:10, desde ese momento uno debe cernir la lista o los números de los amigos y compañeros, porque uno como familiar sí sabe con quién salen los chicos nuestros o las chicas nuestras y con qué compañero frecuentan las clases o los trabajos. Entonces, en 15 minutos, 20 minutos ya deberían llamar al ECU911″, refirió Lidia Rueda, presidenta de Asfadec.

Ella cree que la pronta difusión de estos casos es fundamental, incluso antes de denunciar formalmente alguna desaparición.

”Hasta que vaya a poner la denuncia y lo pasen a la página web del Estado muchas veces hay casos que demoran”, mencionó la representante del gremio creado en 2012, tras la desaparición de Carolina Garzón, que ha servido como una plataforma de visibilidad para los miles de desaparecidos en el país.

Del total de desaparecidos reportados entre enero y abril de este año, según las cifras del Ministerio del Interior, 1.344 casos corresponden a mujeres y 954, a hombres.

Los principales motivos de las desapariciones

De acuerdo con la información de esta cartera de Estado, la mayoría de desapariciones de los primeros cuatro meses del año (1.043 casos) se dieron por causas personales y a esta categoría corresponden dos variables: circunstancial y relación afectiva. Todos los desaparecidos por esta causa constan como encontrados.

Mientras, por situaciones familiares no relacionadas con violencia hubo 355 casos en los cuales, de igual manera, todos los desaparecidos fueron localizados.

Betty Soria, psicóloga clínica, señaló que en la actualidad se vive un estrés generalizado, depresiones graves, crisis de pánicos, aumento de adicciones a juegos, pastillas psiquiátricas o a sustancias ilegales. Esto como una forma de enfrentar una realidad que se torna insoportable para ciertas personas.

“Desde una perspectiva psicológica, las desapariciones impactan profundamente en la sociedad al generar angustia, pérdida de control, afectar la identidad y la cohesión social, así como desencadenar un proceso de duelo colectivo. Estos efectos pueden ser duraderos y requieren una atención cuidadosa tanto a nivel individual como comunitario”, mencionó la profesional.

‘Mi mamá salió a botar la basura y es lo último que sabemos de ella’: familiares buscan a mujer que desapareció en el suroriente de Quito

La tercera causa de desapariciones tiene que ver con el aspecto social y allí hay clasificaciones como la migración, drogadicción, alcoholismo, grupos delictivos (pandillas, mafias, carteles), robo (escopolamina u otras sustancias) y extorsión. De enero a abril hubo 193 casos, de los cuales todos los desaparecidos fueron encontrados.

De ese total, 54 desapariciones tienen relación con grupos delictivos, robo y extorsión.

“El efecto que generan las desapariciones forzadas, y que son incluidas en la normativa técnica de violencia basada en género como graves delitos de los derechos humanos, pueden afectar la identidad colectiva de una sociedad, ya que cuestionan la percepción de seguridad y confianza en el entorno social. Esto puede dar lugar a divisiones y tensiones dentro de la comunidad, así como a un aumento en los sentimientos de alienación y desconfianza hacia los demás, hay una paranoia colectiva”, refirió la psicóloga Soria. (I)