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Los pabellones seis y siete de la Penitenciaría del Litoral están siendo rehabilitados por una empresa pública de la Escuela Politécnica Nacional. Foto: Cortesía del SNAI

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Tres de los doce pabellones de la Penitenciaría del Litoral (CPL Guayas 1) están deshabitados desde hace cuatro meses. Se trata de los bloques dos, seis y siete. El primero, según la Policía, estaría bajo el control de la organización criminal Chone Killers y los otros dos, de Las Águilas (afín a Los Choneros).

Por el “mal uso” de las personas privadas de la libertad (ppl) y las “acciones de la fuerza pública” en busca de objetos prohibidos, estos tres edificios están “totalmente deteriorados y destruidos” –con áreas quemadas, instalaciones eléctricas obsoletas, aparatos sanitarios inoperativos–, según detalla el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) en el proceso de contratación de la reconstrucción de los pabellones seis y siete. Esta obra fue adjudicada en febrero por $ 829.841.

El ala 2 no se intervendrá, justifica el SNAI, porque “no se puede garantizar la seguridad” de los trabajadores que harán las adecuaciones en esta infraestructura, ubicada en medio de los bloques 1 (Latin Kings) y 3 (Las Águilas), considerados de “alta conflictividad”. Esta aseveración es una “confesión de que no se tiene control sobre los pabellones”, apunta Billy Navarrete, secretario del Comité por la Defensa de los Derechos Humanos.

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El SNAI no aceptó una entrevista con este Diario, pero detalló -en un comunicado- que del 1 al 4 de noviembre se trasladaron 2.430 reclusos, la mayoría a otros bloques de la misma cárcel, alcanzando un hacinamiento ‘excesivo’ del 40,4 %, que -según detalla la entidad en el proceso- está agravando la violencia dentro de este recinto. “Es urgente la readecuación y recuperación de los pabellones 2, 6 y 7, para llevar a cabo una clasificación y disminución de la amenaza latente...”, señala la institución en los documentos.

Esta sobrepoblación carcelaria es ‘crónica’ y una ‘grave’ violación a los derechos humanos, considera Navarrete: “Es un perjuicio para cada una de esas personas en temas de salubridad, de manejo y control de enfermedades”.

Los cinco recintos carcelarios en Guayas, que tienen capacidad para 9.553 reclusos, concentran el 39 % (12.291) de los prisioneros del país (31.216), según cifras del SNAI. El hacinamiento en los centros de Guayas bordea el 29 %; a nivel nacional llega al 12 %.

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Este nivel de exceso de internos se registra un año después de que, por decreto presidencial, se dieran los indultos a ppl sentenciados por delitos de robo, hurto, estafa y abuso de confianza que cumplieron el 40% de la pena y que no tenían otras sentencias e investigaciones en curso.

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Con la reconstrucción de los dos pabellones se recuperará parte de la capacidad (800 plazas) en la Penitenciaría. No obstante, la intervención debe ir más allá, se requieren acciones alineadas bajo estándares internacionales, coinciden Renato Rivera y Fernando Carrión, expertos en seguridad.

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“Hoy la técnica nos dice que se deben construir recintos carcelarios con baja capacidad de 300 o 500 personas, y lo que tenemos en la Penitenciaría del Litoral son más de 5.000, lo cual hace que el control sea muy difícil”, dice Carrión, catedrático de la Flacso.

Renato Rivera, investigador de la Red Latinoamericana de Seguridad y Delincuencia Organizada, sugiere también que a los reclusos se los reubique según el delito que hayan cometido: “Lo que se hizo fue ubicarlos por organización criminal y, si bien eso podría reducir el número de conflictividad en los pabellones, sí se convierte en un medio de captación de nuevas personas (...), que tiene incidencia directa en quién va a gobernar fuera de la cárcel, en las calles”. Así, añade, no se atendería la criminalidad organizada.

La instalación de inhibidores de señal -que hasta octubre pasado solo tenían dos de los 36 reclusorios del país-, escáneres y otros aparatos tecnológicos son otras medidas que los especialistas recomiendan adoptar para recuperar el control en las cárceles. En ese tema, el SNAI -que no atendió un pedido de entrevista de este Diario- implementó en noviembre pasado un sistema de monitoreo con inteligencia artificial y reconocimiento facial en las cárceles. (I)

En 60 días se harán obras en 2 bloques

Antes de contratar la reconstrucción de los pabellones seis y siete del Centro de Privación de Libertad Guayas 1, conocido como Penitenciaría del Litoral, el SNAI asegura que personal de mantenimiento de la dirección de Infraestructura Penitenciaria hizo mejoras ‘urgentes’, como el cierre de perforaciones y la demolición del bloque consular que era usada por los internos para atacar al personal de seguridad.

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No obstante, “el alcance de los trabajos supera al personal y material disponible”, señala la institución en la contratación de esta obra, adjudicada el 17 de febrero a la Empresa Pública de Administración y Gestión de Servicios y Productos de Proyectos de Investigación de la Escuela Politécnica Nacional –único invitado– por $ 829.841. El 50 % se dará como anticipo; el restante será por planillas mensuales.

En un plazo de 60 días, que se cumpliría la tercera semana de abril, el proveedor deberá disponer en total 800 plazas –400 en cada pabellón– para reducir las condiciones de hacinamiento dentro del centro carcelario. Entre los trabajos que se realizarán constan: derrocamiento de la infraestructura (contrapiso y hormigón) y de la mampostería, la construcción del edificio, nuevas obras hidrosanitarias con 242 inodoros, 230 lavamanos y 12 lavabos colectivos, instalaciones eléctricas con 372 lámparas, instalación de mallas y ventanas metálicas.

Según la planificación del proyecto, los trabajos se ejecutarán durante los siete días a la semana con horario extendido y se necesitarán mínimo nueve maquinarias: concreteras, compactadoras, retroexcavadoras, martillo de demolición, entre otras. Esos equipos se comprarán nuevos, según el compromiso que presentó la contratista. (I)

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