Si se compara la cifra de muertes violentas del 2021 con las del año pasado hay un incremento alarmante a nivel general en Guayaquil, pues solo en la urbe porteña se pasó de 250 asesinatos en 2020 (de enero al 29 de octubre) a 474 en lo que va de este año. En la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) van 540 casos.

Pero donde se concentra el mayor número de asesinatos sigue siendo el sur de la ciudad, sector dividido en los distritos Sur (Guasmo, Floresta, Pradera, 7 Lagos y Centenario) y Los Esteros (isla Trinitaria, Los Esteros, Malvinas, Santa Mónica, entre otros).

Más de 118 asesinatos se han registrado en el distrito sur, principalmente en la zona del Guasmo. El año pasado, a la fecha, iban 70 casos.

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El 21 de octubre se registró una balacera en el Guasmo norte, donde murió un sujeto acusado de robo. Foto: El Universo

La situación es tal que hay circuitos como 7 Lagos, donde el año pasado se reportaron 4 asesinatos y en lo que va del 2021 ya suman 28 muertes violentas. Se calcula que en el Distrito Sur se registra un asesinato cada 36 horas. El más reciente se dio la noche del jueves pasado en la coop. Vencer o Morir. Un joven de 20 años murió y dos más resultaron con heridas de bala. Les dispararon desde una tricimoto, pues a esa hora se hacía un control de motocicletas en el sector.

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La mayoría de los crímenes son motivados, presuntamente, por la venta de drogas, pues la cercanía al puerto y a la zona de paso de los buques lo vuelve un punto estratégico para las bandas que trabajan en la logística del narcotráfico a gran escala, según la Policía. Por eso se pelean por el territorio y están dispuestos a matarse.

En el Distrito Sur se cree que las bandas financiaban rellenos en cooperativas del sur, desde donde se presume salían las lanchas para contaminar con droga los buques que pasaban por el sector de Cuarentena.

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Pero no solo se matan por violencia criminal en el Distrito Sur, el coronel Ricardo Manitio, jefe policial de la zona, considera que otros de los problemas es que hay habitantes de este extremo de la ciudad que son violentos.

“Acá se chocan en las bicicletas y ya se juegan a matar”, expresó Manitio, quien considera que no solo se necesita un control de la Policía sino la intervención de otras instituciones como el MIES y el MSP para que trabajen rescatando a los menores de estos círculos de violencia y consumo.

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Pese al alza de muertes, en este distrito los números en relación con otros delitos han bajado. Manitio explica que los robos a personas, robos a negocios y a viviendas se disminuyó en el 56 %, sin embargo, sí creció la tasa de robos de motos y carros.

Una situación similar se vive en el Distrito Esteros (isla Trinitaria, Los Esteros, Santa Mónica, Malvinas). El coronel Francisco Zumárraga, jefe policial de este distrito, explica que los robos también bajaron este año en comparación con el año pasado. Serían 47 casos menos, según las estadísticas.

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Mientras que en el Distrito Esteros van 53 asesinatos durante el 2021, el año pasado, en el mismo periodo, se reportaron 49 casos.

Zumárraga explica que, considerando el incremento general de muertes, sus hombres han logrado controlar las actividades delictivas de ese sector, donde hasta el censo del 2010 habitaban 280.000 personas.

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En Los Esteros se han reportado este año cerca de diez trabajadores portuarios asesinados.

Pese a este panorama, el coronel Zumárraga menciona que que hay varias cooperativas donde no se ha registrado ni un solo asesinato, pues la comunidad se ha unido para mejorar el sector, se han hecho asambleas comunitarias y activado botones de pánico, que les ha permitido atender 10.260 llamados de auxilio que llegan directamente a la UPC, sin temer que pasar por el ECU911.

“Hemos reducido el tiempo de respuesta a 2 minutos”, dice el coronel. Él agrega que pese a que no tiene todo el personal que requiere, según los protocolos internacionales, los hombres asignados a su distrito han podido mantener el control en general.

El policía además menciona que, al menos, 50 uniformados están asignados a atender arrestos domiciliarios y que siguen esperando que los jueces concreten otras medidas para liberar personal y mandarlos a patrullar.

Por ejemplo, hay el caso de una mujer que obtuvo arresto domiciliario cuando estaba embarazada y pese a que el bebé ya casi cumple 2 años, esta medida no ha sido revisada por el juez. (I)