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Tres hombres fueron detenidos en Manta por el secuestro de un extranjero. Foto: Policía Ecuador

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En los últimos años, los casos de secuestros han aumentado, así como las extorsiones.

Cifras de la Unidad Antisecuestros de la Policía Nacional (Unase) dan cuenta de que en el año 2021 hubo 30 casos de secuestros; en 2022, 40; y hasta el 2 de agosto del 2023, 68.

Las extorsiones han ido en crecimiento desde 2019, cuando hubo 876 casos; en 2020 hubo 1.210; en 2021 fueron 1.600; en 2022, 4.702; y hasta el 2 de septiembre de 2023, 5.930.

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Un ciudadano chino fue secuestrado en marzo pasado y permaneció varios días en una casa en Metrópolis 2 hasta que la Unase lo rescató. Foto: archivo

Según Édgar Vinueza López, coronel en servicio pasivo de la Policía, excomandante de la Unase y de la Unidad de Investigación Antidelincuencial (Uiad), entre el 2000 y el 2016 hubo casos de raptos a empresarios de alto nivel; luego apareció el secuestro denominado casual, exprés, así como de personas de cualquier tipo de nivel social.

Actualmente —precisó— hay secuestro extorsivo, que busca un blanco específico, representativo; también el exprés y el de oportunidad, que aprovecha alguna debilidad de la víctima.

“Es una consecuencia justamente de bandas criminales que otra vez se han reactivado, se han vuelto a reorganizar”, dijo el exoficial.

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Agregó que ahora se ven las extorsiones como algo natural y se las conoce como “vacunas”, que —explicó— es un término usado en Colombia porque se aplicaba a los sectores ganaderos y agricultores, a quienes se les imponía una cuota mensual para que pudieran trabajar.

Para Vinueza, hay una relación directa entre el nivel de violencia y el control de las cárceles, por lo que considera que, si hay autoridad efectiva en los centros penitenciarios, todos los delitos caen.

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Jean Paul Pinto, especialista en temas de seguridad, mencionó que los grupos delictivos se dedican a múltiples crímenes, lo que implica que no solo es el narcotráfico y delitos conexos.

Comentó que los criminales están tratando de secuestrar a personas de clase media debido a que pueden obtener más montos bajos de dinero, pero multiplicando las víctimas.

Consideró que el sistema de inteligencia debe aplicarse a los barrios para que las personas se conviertan en fuentes humanas y entreguen información a la Policía para que actúe.

Además, a su criterio, probablemente las cifras de secuestro y de extorsión serán más altas que las presentadas oficialmente, debido a que no todos los afectados denuncian, porque no confían en los resultados que puedan obtener y los resuelven por cuenta propia.

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Para evitar secuestros, Vinueza recomendó trabajar en prevención y en educación, en el sector empresarial y familiar, para que la gente tome precauciones, como la de no circular solo en un vehículo, no exponerse en altas horas de la noche y de madrugada, colocar láminas de seguridad en los automotores y no dar información de sus traslados.

Pinto señaló que en ocasiones la ciudadanía postea fotos en redes sociales sobre sus bienes, sus carros, sus casas o el establecimiento educativo de sus hijos, lo que facilita la comisión de delitos.

Sugirió además que haya restricciones al ingreso de extranjeros el Ecuador. (I)

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