Resumo y les comparto algunos datos de la última revista Iglesia sinfronteras:
En este mes la comunidad de Padres Misioneros Combonianos ha cumplido 150 años de Fundación. Su misión esencial se ha desarrollado inicialmente en el África aunque están diseminados en todo el mundo y también en nuestro país.
Actualmente en Sudán del Sur permanecen fieles a su vocación, a pesar de la interminable guerra entre las etnias dinka y nuer. A la primera pertenece su actual presidente y a la segunda su anterior vicepresidente insurrecto. Los dinka son unos 4 millones y los nuer, 1’500.000.
Por los ataques frecuentes en la localidad de Leer, los combonianos tuvieron que abandonar su misión y ocultarse en la selva junto con otros cristianos hasta tener seguridad de poder salir. Su presencia y apoyo a los desplazados que habitan en las zonas de pantanos donde no llega la violencia constituye una respuesta a la gran necesidad de sanación y reconciliación, un reforzamiento de su fe y esperanza. Sufrieron 21 años de guerras para independizarse del norte árabe y ahora son víctimas por los enfrentamientos entre sus propios líderes.
Los misioneros se enfrentan a peligros constantemente y el miedo es parte de lo que tienen que sobrellevar para ayudar a cristianos y perseguidos de esta guerra en los poblados que han crecido dentro de la selva, por los desplazamientos, a los cuales llegan a pie o en canoa.
-En Mozambique, las hermanas religiosas combonianas detectaron la necesidad de educación de las mujeres y hace casi 20 años fundaron en Nacala en el noreste del país, la cuarta en población, la Escuela Politécnica Comunitaria Femenina. Su objetivo ha sido darles un espacio en la sociedad y que sean respetadas por lo que son, por sus conocimientos y capacidad de trabajo. Esta es la única escuela femenina en todo el país y además de alumnas cristianas reciben a algunas chicas musulmanas.
Hay una religiosa ecuatoriana entre las seis que conforman la comunidad al frente de esta Escuela con tres italianas, una costarricense y una etíope. Tiene benefactores que apoyan económicamente su proyecto y también reciben apoyo estatal para los salarios de los profesores.
-Conmovedor el testimonio de una hermana comboniana de origen italiano (Giannantonia Comencini) que está en Eritrea desde 1948 y que, a pesar de su jubilación, no regresó a su patria y decidió permanecer allí donde también existen conflictos internos, para continuar su apostolado. Actualmente, ya tiene 97 años y se mantiene aún dedicada a servir a los más pobres que encuentra en las calles.
Es emocionante leer y tomar conciencia de esta Iglesia viva en África donde están también otras comunidades religiosas, con numerosos mártires como los hay en Siria y otros lugares, porque cada vez es más clara la animadversión y persecución intelectual o de hecho a la Iglesia católica en todo el mundo.
La fuerza del Amor con mayúscula y del mensaje salvador que impulsa a estos misioneros es una inspiración para todos los cristianos que tenemos una “misión” diaria que realizar. (O)