Muchas personas debido a la cuarentena han debido dejar las actividades físicas, permanecen encerrados con sedentarismo.
Las horas al aire libre que se podía pasar los fines de semana, ahora se hacen minutos entre semana, que en vez de relajar se convierten en una actividad aburrida. Las personas pueden salir al parque a trotar, pero de todos modos no deja de existir riesgo de contagio. Se ha vuelto un riesgo la necesidad de vivir saludable. (O)
Carlos Alberto Uquillas Alarcón, Quito