¿Hasta cuándo no queda claro dónde está el dinero, es decir los $ 3000 millones que se recaudaron para la reconstrucción de Manabí y parte de Esmeraldas por el terremoto del 16 de abril del año 2016? El país quiere saber qué obras se programaron, qué obras se comenzaron y qué obras se concluyeron.
También el país quiere saber si las obras que se terminaron estuvieron bien hechas, si ya se entregaron todas definitivamente. ¿Hasta cuándo la Contraloría y la Fiscalía no actúan por todo lo que se hizo mal?, nos preguntamos, ¿dónde están autoridades, con sus colaboradores, agnados y cognados, y los otros que se sucedieron, que son responsables de la reconstrucción? ¡Hasta cuándo los manabitas callan!, con excepción de Leonardo Viteri, de Bahía de Caráquez, que sí lo ha hecho, ha reclamado en esa población, por las vías de ingreso que tanto en Manta como Bahía están paralizadas, y por el hospital que aún no avanza; y qué hablar del hospital de Pedernales, monumento a la corrupción. ¡Hasta cuándo no se investiga qué pasó al comienzo del gobierno ‘honesto’ de esa época, en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que se entregaron contratos basados en el decreto de emergencia!; posiblemente todo está prescrito porque fue hace más de diez años. Los ecuatorianos tienen el derecho de saber qué se hizo, y ojo con la Contraloría de esa época. (O)
Álvaro Luque Benítez, abogado, Guayaquil