El 1 de febrero de 1985 el papa Juan Pablo II, ahora santo, en la explanada al pie de la iglesia Stella Maris, en el Guasmo sur, ante un millón de personas dijo: “No vaciléis en decir no a la explotación, venga de donde viniese, que os quiera convertir en objetos; no al caciquismo que os quiera utilizar como simple clientela... Decid no a la violencia que nada construye, no a la hamponería, no a la prostitución, no a la pornografía, no a la droga, no al alcoholismo”.
Este discurso fue pronunciado en una zona marginal de Guayaquil, cuyos terrenos fueron tomados por ‘dirigentes’ y vendidos a crédito a los pobres. “Ellos se creían dueños de la tierra y explotaban a los desamparados”, remarcó monseñor Olindo Spagnolo, en el libro La misión en el Guasmo de Guayaquil. Y añadió, “el precio que pagarían las personas que querían un terrenito para construir sus viviendas no era solamente abonado en dinero, ya que muchas veces tenían que salir en manifestaciones dizque para apoyar al partido político al que pertenecía el cabecilla de las invasiones”. Décadas después muchos de estos sectores o cooperativas de vivienda conservan nombres de dirigentes políticos que comandaron invasiones. En otros sectores, en cambio, las cooperativas o asentamientos marginales llevan de nombre la fecha que fueron erigidos. La Comisión de Calificación y Dictamen para la Erección de Monumentos y denominación de Calles, Plazas y otros Lugares Públicos del Municipio tiene a cargo, junto a la alcaldesa Cynthia Viteri y al Concejo, la tarea de denominar calles, barrios o zonas de Guayaquil. Muchos héroes anónimos, médicos, personal de hospitales, policías, agentes de ATM, bomberos y otros, ofrendan sus vidas para salvar víctimas del COVID-19. Apelo a la alcaldesa que se cambien nombres de sectores marginales que recuerdan épocas difíciles, por los de tantos héroes de la pandemia.(O)
José Luis Ponce Núñez, sacerdote, Guayaquil