En algunas ciudadelas de Guayaquil algunos moradores han puesto puertas eléctricas, puertas metálicas con candados o palancas, en varias calles, y no son ciudadelas ni urbanizaciones privadas.
Cada día son más las calles que cierran. El Municipio no da autorización para que calles, parques, públicos sean cerrados por unos cuantos moradores; esto lo afirmo ya que cuando viví en la zona norte quise hacer esta gestión, simplemente me dijeron que esas ciudadelas no nacieron legalmente como ciudadelas cerradas y me negaron la gestión e incluso después retiraron las palancas que pusimos. Estos cerramientos causan malestares en situaciones de visitas de familiares, uso de los parques que existen, acceso a entregas de productos solicitados a domicilio, ya que algunos cerramientos se abren con tarjetas electrónicas, o llaves de candados y no hay una persona para abrir las puertas. Ingreso de una ambulancia o de médicos para atender a pacientes, es imposible, y hasta para quien quiere vender o alquilar un inmueble, no pueden ingresar los interesados. Ni decir de aquellas compras que antes se podían hacer a los comerciantes que pasaban por estas calles que ahora están cerradas. Si hacen los cerramientos por seguridad, instalen un sistema de seguridad de botón de pánico, alarmas de sirenas, pongan guardias, etc., pero no eviten la libre circulación por los espacios públicos. Esperamos que la alcaldesa tome cartas en el asunto, de lo contrario vamos a tener caos. (O)
Segundo Gerardo Vargas, ingeniero comercial, Guayaquil