Así es nuestra fiscal general, una dama de hierro que pone en alto el cargo que representa, llenándonos de orgullo a través del mundo. Desafiando amenazas de muerte, esta valiente mujer trabaja en beneficio de todos los ecuatorianos, pese a todos los desafíos que enfrenta defendiendo los intereses nacionales, la doctora Diana Salazar batalla sola.

Diana Salazar, en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time

Difícil paladear la amargura de constatar que la única defensora de la dignidad nacional es huérfana del apoyo ciudadano, apoyo directo, efectivo, que demuestre que estamos dispuestos a defenderla si es necesario. Sí es cierto que todo el ámbito nacional está lleno de palabras en favor de ella, sin embargo no se ve una sola demostración en la calle que, con imperturbable voluntad, demuestre que nos importa mucho lo que hace en pro de la nación, una sola demostración que con denodada valentía ponga un alto a los bribones y traidores, sobre todo a esos que en lugar de esforzarse en resolver los enormes problemas que agobian al pueblo ecuatoriano solo se esmeran en defender la impunidad de los criminales.

Desafiando amenazas de muerte, esta valiente mujer trabaja en beneficio de todos los ecuatorianos...

Por otro lado, las organizaciones gremiales, evidencian su quemeimportismo sobre el desempeño de la fiscal y solo se esmeran en elaborar su minuto de mercadeo con un larguísimo pliego de peticiones lleno de “quiero, quiero”. Los anarquistas, afincados en su endémica ignorancia hacen todo lo posible por entorpecer el desarrollo económico del país, creando, impunemente, caos y destrozos, demostrando que son los perros del hortelano: “ni comen ni dejan comer”.

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Asamblea Nacional a un paso del juicio político a la fiscal General del Estado Diana Salazar

Parece que ha llegado el momento de crear un “comando de limpieza” para que este haga lo que las autoridades no pueden hacer, quizás así se logre establecer la cultura del respeto a la ley y el orden y logremos recuperar ese rinconcito de paz y armonía que fue Ecuador. (O)

Lucho Moncayo, Santa Ana, California, EE. UU.