El asesinato brutal del presentador de televisión Efraín Ruales demuestra que el crimen organizado ha rebasado la capacidad de la Policía y dejado en la indefensión a la ciudadanía.
Ecuador, por el fracaso de la seguridad ciudadana es un Estado fallido, asolado por ladrones, asaltantes, violadores, cuatreros, criminales, sicarios..., que han transformado en peligrosa y angustiante la vida de los ecuatorianos. La causa, entre otras, es la incompetencia, que no cumple su misión constitucional ni la ley de seguridad pública a pesar del numeroso personal policial, dotación de armamento, vehículos e infraestructura subutilizada; y el Municipio de Guayaquil le dio todo el apoyo, la Policía incrementó otro general a la cúpula, pero no hay resultados. El presentador denunció en videos en las redes sociales haber recibido llamada amenazante por denunciar la corrupción, la inteligencia policial debió haber actuado de oficio; además, los criminales lo persiguieron en un vehículo robado que la Policía no había recuperado. Pocos días antes del asesinato, el presidente Moreno les dio 8.000 pistolas, ninguna defendió la vida del presentador. Causó indignación el impresionante dispositivo policial en el entierro. El mando debe ser sometido a la justicia y el próximo gobierno hacer una reestructuración total de esta institución. (O)
Jaime Samuel Del Castillo Báez, general del Ejército (S. P.), Guayaquil