Me refiero al artículo ‘La soga sigue tensándose’, del doctor Mauricio Gándara, publicado en Diario EL UNIVERSO el 27 de los corrientes, en el que expresa su preocupación por los plazos para la extensión de la plataforma continental más allá de las 200 millas, en las cordilleras sumergidas de Carnegie, del Coco y Colón, que se desprenden de las islas Galápagos.

El Ecuador adhirió a la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar (Convemar) en 2012, fecha desde la cual rige un plazo de 10 años, es decir, hasta el año 2022, para que el Ecuador presente los estudios técnicos y científicos a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas (CLPC) para la extensión de la plataforma continental.

La XVIII Reunión de los Estados Parte de la Convemar, en junio de 2008, adoptó una Decisión —en vista de las dificultades de algunos países en desarrollo para cumplir con el plazo establecido en la Convención— por la cual se puede satisfacer este requisito mediante la entrega, al secretario general de Naciones Unidas, de información preliminar indicativa de los límites exteriores de la plataforma continental más allá de las 200 millas y de una descripción del estado de preparación y la fecha prevista de envío de la presentación.

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De conformidad con dicha Decisión, el canciller Mauricio Montalvo, el 20 de septiembre de este año, entregó en Naciones Unidas una comunicación con información preliminar indicativa de los límites exteriores de la plataforma continental más allá de las 200 millas marinas, a lo largo de tres regiones: la parte norte de la cordillera del Coco, la parte sur de la cordillera de Carnegie y la cordillera de Colón. La comunicación menciona que el Ecuador se encuentra ejecutando los trabajos técnicos y científicos necesarios para realizar —en los primeros meses del próximo año— una presentación parcial de información en la parte sur de la cordillera submarina de Carnegie, y que trabajos similares se iniciarán durante los siguientes años en la parte norte de la cordillera submarina del Coco y la cordillera submarina de Colón, por lo que se estima que se realicen una o varias presentaciones parciales de información y datos del límite exterior de la plataforma continental ecuatoriana, más allá de las 200 millas marinas, en estas regiones, en una fecha posterior al 24 de octubre de 2022. (https://www.un.org/depts/los/clcs_new/submissions_files/ preliminary/Ecuador_preliminaryinformation_20sep2021.pdf).

Con base en los levantamientos batimétricos realizados por el Buque de Investigaciones Orión de la Armada del Ecuador, y bajo el direccionamiento del Comité para la Extensión de la Plataforma Continental Ecuatoriana (Clepce), presidido por la Cancillería, el Ecuador junto con Costa Rica efectuaron, en diciembre de 2020, una Presentación Parcial Conjunta ante la CLPC para extender la plataforma continental más allá de las 200 millas en el norte de la cordillera de Carnegie y el este de la cordillera del Coco. (https://www.un.org/depts/los/clcs_new/submissions_files/criecu_86_ 2020/PART-I%20(secured).pdf). Así mismo, para el año 2022 el Clepce ha planificado entregar la segunda Presentación Parcial ecuatoriana correspondiente al sur de la cordillera de Carnegie.

Con el fin de obtener los datos científicos y técnicos que se deberá presentar a la CLPC es indispensable recopilar la información batimétrica y morfológica de la parte oeste de la cordillera del Coco y la cordillera de Colón. (O)

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María Gabriela Troya, Emb. subsecretaria de Soberanía y Relaciones Vecinales, del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana; Quito


Responde articulista

El Ministerio de Relaciones Exteriores, mediante la Subsecretaría de Soberanía, se refiere a mi artículo publicado en el Diario EL UNIVERSO el 27 de octubre último, ‘La soga sigue tensándose’. Hace referencia a mis preocupaciones sobre la poca atención que el Gobierno del Ecuador, durante diez años, ha prestado a su compromiso de presentar a la Convemar los estudios técnicos y científicos que justifiquen la extensión de la plataforma continental. Lamento decir que es una admisión de lo poco que se ha avanzado en la realización de tales estudios, excepto en la parte de los trabajos realizados en la zona marítima limítrofe con Costa Rica —reconocida en mi artículo—, y que la Cancillería ha presentado, el 20 de septiembre del presente año, solamente “información preliminar” sobre esta parte. Dice luego que el Ecuador se encuentra ejecutando los trabajos técnicos y científicos necesarios para presentar en los primeros meses del próximo año una Información Parcial de información en la parte sur de la cordillera submarina de Carnegie, y “que —y aquí viene lo más grave— trabajos similares se iniciarán durante los siguientes años en la parte norte de la cordillera submarina del Coco y la cordillera submarina de Colón, por lo que se estima que se realicen una o varias presentaciones parciales de información y datos del límite exterior de la plataforma continental ecuatoriana, más allá de las 200 millas marinas, en estas regiones, en una fecha posterior al 24 de octubre de 2022″. Estas afirmaciones, tan imprecisas, solamente estimadas, constituyen un reconocimiento de que el Ecuador —sus Gobiernos durante diez años— no ha cumplido con los plazos establecidos por la Convemar, y que, por tanto, se encuentra en peligro, en el aire o en el agua, el reconocimiento de nuestro potencial derecho a la extensión de nuestra plataforma continental. Las responsabilidades de lo que se hizo o dejó de hacer, en estos diez años, corresponden a las altas autoridades del Estado. (Las palabras en cursivas son de mi autoría).

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El Ecuador necesita de una explicación conjunta de los ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional en la que se señalen con precisión las fechas en que se realizarán y terminarán esos trabajos técnicos y científicos para presentarlos a la Convemar; y la seguridad de que tal Institución aceptará esas nuevas fechas, tan largamente retrasadas. (O)

Mauricio Gándara Gallegos, doctor en jurisprudencia, articulista, Quito