Soy docente y por méritos conseguí una beca del Ministerio de Educación para una maestría, con la Universidad de La Plata, Argentina, y había para otras universidades que también son reconocidas internacionalmente por la Senescyt (Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación); terminé los estudios y a pesar de tener título de cuarto nivel, este Ministerio no me incluye en la equiparación salarial.

Algunos docentes no hemos entrado en la homologación salarial que se inició en octubre de 2022, no nos pagan conforme a los esfuerzos y estudios que hemos realizado. Hubo un problema de tecnicismo en el documento de certificación del título internacional que recibimos. Para que sea legal ese título internacional tenía que constar en el documento de certificación la palabra “educación”, muy aparte de que en el titulo profesional ya decía “Maestría en Educación en Ciencias Exactas y Naturales”, el cual fue otorgado por la Universidad de La Plata, Argentina. Tuvimos que esperar 45 días laborales para que la Senescyt reconozca que era un título de verdad en la carrera de educación, de cuarto nivel; es una maestría que sirve para mejorar nuestro escalafón. Solucionado el problema, ya estamos a mediados de julio y hasta la fecha nos no reconocen la justa equiparación salarial. Somos gente honesta que lo único que hemos hecho es estudiar, sacrificar parte de nuestro tiempo para ayudar a mejorar la enseñanza de nuestros estudiantes. En Ecuador, mi país, los profesionales que estamos en esta situación no hacemos plantones, solo rogamos con justo derecho que nos reconozcan nuestra homologación salarial; todavía estamos convencidos de que la empatía, la justicia y la palabra de honor son valores que se predican y se practican. Somos padres de familia afectados psicológica y económicamente. (O)

Álex Zea León, Pasaje