En tres meses podremos decir que la pandemia del COVID-19 fue hace cinco años y estamos vivos para contarlo. Es verdad que murieron seres queridos y conocidos así como murieron negocios, pero también nacieron oportunidades de negocios, nuevos nichos de mercado. Lo importante es no rendirse y seguir. Ahora la humanidad enfrenta una aceleración del cambio climático proyectado para el año 2030 y tendremos que seguir avanzando y hacer correcciones en el camino. Parte de la educación financiera también es levantar la cabeza y ver el norte de mi país , de mi negocio y de mi vida.
‘Estoy dispuesto a dar la vida por mi país’
El ecuatoriano de nacimiento es luchador. Ya salimos de la pandemia del coronavirus y esta nos dejó una lección: “la importancia del oxígeno en nuestros pulmones” y una dieta sana. Ahora toca la lucha contra la delincuencia organizada, disputa de bandas y ahora toca mitigar los apagones con nuevas tecnologías de generación de energía. Esto no se resuelve de la noche a la mañana. El país vecino del Perú lo planificó durante 21 años. Ecuador tiene lugares estratégicos para instalar turbinas eólicas, paneles solares, aprovechando que los rayos solares caen de forma perpendicular. En el ámbito comercial, así como se informan los horarios de corte de energía, la Cámara de Turismo puede informar la “ruta de la Luz, “estos son los sectores turísticos o comerciales que sí tendrán energía para magnetizar a los clientes. Hace 30 años en nuestros domicilios las citas románticas eran con velas, ahora lo vemos como algo malo; tan solo hace 120 años el ser humano vivía sin electricidad, vivían y prosperaron. Lo importante es la resiliencia y mantenerse calmado frente a un agente perturbador externo. Debemos aprender a no enfocarnos en el problema y ver la parte periférica del problema y analizar cómo sacar ventaja comercialmente. Todo pasa, todo es transitorio, lo único constante es el cambio. (O)
Gunnar Lundh Iturralde, periodista, Guayaquil