El ser humano es un polvo cósmico, una parte de la energía universal, constituido por un espíritu, una inteligencia y un cuerpo a los cuales hay que perfeccionar. Al espíritu se lo alimenta con la práctica diaria de la oración invocando a Dios, a esa energía que nos trajo al mundo y de la cual debemos estar eternamente agradecidos porque tarde o temprano tendremos que incorporarnos a ella.
La inteligencia, esa extraordinaria computadora que tenemos arriba de nuestro cuerpo, en nuestra cabeza, con millones de neuronas, cada una con capacidad de proporcionarnos una idea, un pensamiento y a la que debemos, día a día, perfeccionarla con el estudio, la lectura y la sabiduría. Pero, por otro lado, el cuerpo, que es lo que nos acompañará durante toda nuestra vida, necesita de la práctica diaria del deporte para mantenerse en buen estado de salud, obviamente acompañado de una buena alimentación y buenos hábitos.
Milagro es cuna de extraordinarios deportistas, entre ellos mi hermano. Recuerdo que en mi juventud nuestra segunda casa era el coliseo. Allí practicábamos en vacaciones todos los deportes, alzábamos pesas, jugábamos básquet e índor. Nosotros teníamos un equipo de básquet de puros muchachos estudiantes cada uno en su respectivo equipo.
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Ahora las canchas deportivas, coliseos, estadio, convertidos en negocios a la espera de las fiestas de Milagro para alquilarlas a los circos y a todo tipo de negocios. Da pena ver cómo Milagro, que en otra época fue semillero de deportistas, hoy tenga sus escenarios deportivos convertidos en centros comerciales.
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Ojalá vuelvan los buenos tiempos, cuando se tomaba en cuenta al deporte en Milagro y en el resto del Ecuador. Ojalá este sueño se haga realidad y Milagro pueda volver a ser un semillero de excelentes deportistas. (O)
Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro
