El aire de la ciudad llega caliente, impulsado por un sol vehemente que acompaña el día de millones de personas que se mueven en busca de empleo en el país. Al realizar un sondeo en Guayaquil, muchas personas desempleadas coinciden en la falta de oportunidades laborales. En promedio, una persona activa en la búsqueda de empleo ha postulado alrededor de 100 vacantes, en los últimos tres meses, de las cuales solo recibe un par de llamadas. Es en ese momento cuando comienzan a llenarse de sueños e ilusiones, formando un camino alrededor de la esperanza, la cual dura poco tiempo, ya que el olvido por parte de las empresas se hace presente en las postulaciones.
La ausencia de empleo se arrastra desde hace décadas en el país, sumándose a una grave crisis energética que ha influido negativamente en el trabajo. Es como si se cayera en un abismo donde ni siquiera se logra tocar fondo. Según un estudio de SGF Global, el empleo en el país se mantendrá estancado durante lo que resta del año 2024, y ya ha habido despidos por la falta de energía, agravando aún más la situación.
En la reverberación del sol, un nuevo día llega a la vida de Saray, una mujer de 24 años que se levanta con entusiasmo para prepararse para una entrevista en línea. Aunque ella sí tiene luz, pronto recibe una llamada para comunicarle que la entrevista se suspende, ya que la reclutadora no contaba con energía eléctrica en ese momento.
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Los apagones y la educación financiera
Pronto, la expresión de Saray se entristece, como si solo caminara por un horizonte gris. El aire de la ciudad sopla caliente; hay sol, las nubes se deslizan sobre un cielo azul y, tal vez detrás de él, una esperanza que llegue al siguiente día para Saray.
Hay un reto por delante para mejorar la situación laboral en el país. Desde políticas del Gobierno hasta medidas del sector privado, es fundamental enfocarse en planes de carrera, invertir en el desarrollo profesional de los empleados, potenciar habilidades y analizar brechas salariales.
El crecimiento económico, ¿certeza o incertidumbre?
La única opción es adaptarse a normativas laborales sin perder competitividad, son algunos de los desafíos para reinventarse en los próximos años. (O)
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Alejandro Javier Celi Sandoya, Guayaquil