Ha concluido el plazo de inscripción interna democrática de cada partido político para las elecciones seccionales del 2023. Es decir que 130 alianzas políticas ya han elegido internamente a deportistas, ‘periodiqueros’, artistas, sableadores, demagogos, oportunistas, politiqueros, etc., y podría impugnarse por no cumplir los requisitos de paridad, alternabilidad e inclusión del 25 % de jóvenes y 30 % de mujeres en cada lista; y falta lo más importante, los conocimientos de política, economía, cultura, ética y moral que debe tener cada aspirante a las 9.799 dignidades en todo el país.

El panorama pinta igual o peor que los años anteriores. Las listas son armadas a última hora con candidatos anexados por alianzas, entre grupos que no tienen conexión política ideológica alguna, sin más antecedentes que ser ‘conocidos’ (‘famosos’). La ciudadanía está observando la participación de algunos candidatos para alcaldías y para Prefectura de Guayas que estarían cuestionados, casos iguales hay en las otras provincias, de personas que buscan aferrarse a los cargos siendo incapaces de autoevaluarse si cumplieron o no a sus mandantes. Es fundamental que los más de 13 millones de votantes hagan profundo razonamiento, especialmente los jóvenes, sobre los candidatos, sus ideologías políticas, lo que ofrecen y después no hacen, para decidir por quién van a votar, es decir, por el mejor. Llevemos, el pueblo, al nivel de exigencia a los candidatos. (O)

Robespierre Rivas Ronquillo, periodista, Guayaquil